La Junta de Castilla y León fue el segundo gobierno autonómico, sólo por detrás del cántabro, que mejor ejecutó su presupuesto de gastos en 2022. Los datos que facilita el Ministerio de Hacienda y Función Pública así lo corroboran, ya que sitúan el porcentaje de obligaciones reconocidas de la Comunidad sobre los créditos totales en el 94,3 por ciento, una cifra que supera únicamente el 95,79 por ciento de Cantabria, y muy por encima de la media para el conjunto de las autonomías del 91,05 por ciento. El porcentaje se sitúa, no obstante, por debajo del 95,64 por ciento alcanzado en 2021.
Por detrás de Castilla y León, se colocaron Madrid, 93,3 por ciento; Navarra, 93,12 por ciento, Canarias, 92,42 por ciento, País Vasco, 92,58 por ciento; Baleares, 91,56 por ciento; Asturias, 90,65 por ciento; Galicia, 89,36 por ciento; Andalucía, 89,09 por ciento; Aragón, 89,08 por ciento; Valencia, 88,62 por ciento; Castilla-La Mancha, 88,6 por ciento; Murcia, 88,54 por ciento; Extremadura, 85,91 por ciento; y La Rioja, 81,21 por ciento.
Castilla y León cerró el año con unas obligaciones reconocidas de 11.528,91 millones de euros, sobre unos créditos totales de 12.226,12 millones de euros. Los pagos efectuados en el ejercicio corriente sumaban 10.975,42 millones de euros, el 95,2 por ciento de las obligaciones reconocidas.
Los créditos iniciales presupuestados ascendían a 11.235,46 millones, lo que supone que se acometieron modificaciones de crédito por 990,66 millones de euros. En este sentido, cabe recordar el presupuesto inicial consignó los créditos de las cuentas prorrogadas del ejercicio 2021, y se actualizó con los recursos del sistema de financiación sujetos a entrega a cuenta y posterior liquidación, con el fin de adaptarlos a las previsiones comunicadas por el Estado.
El informe sobre ejecución presupuestaria del departamento de María Jesús Montero, recogido por Ical, precisa que dentro de las operaciones corrientes del presupuesto, se alcanzaron unas obligaciones reconocidas del 99,05 por ciento en gastos de personal (4.484,43 millones); 98,49 por ciento en transferencias corrientes (2.235,27); 93,24 por ciento en bienes y servicios (1.914,74); y 90,64 por ciento en financieros (154,99). La ejecución global en operaciones corrientes ascendió al 97,43 por ciento (8.789,45 millones de euros), siempre en obligaciones reconocidas sobre créditos totales.
En cuanto a las operaciones de capital, se ejecutaron en su conjunto en un 77,68 por ciento (1.560,62 millones de euros en obligaciones reconocidas). La ejecución de las inversiones reales se situó en el 79,89 por ciento (569,05 millones); y la de las operaciones de capital, en el 76,47 por ciento (991,56 millones).
Las operaciones no financieras en su conjunto (gastos corrientes e inversiones) alcanzaron una ejecución del 93,83 por ciento (10.350,08 millones)
Por último, en relación a las operaciones financieras, en activos financieros se ejecutó el 84,52 por ciento (63,4 millones de euros), y en pasivos el 99,55 por ciento (1.115,43 millones).