El abono del Impuestos sobre el Valor Añadido (IVA) es un buen indicador sobre el patrón de consumo de los hogares y el tipo de producto que se demanda por su gravamen. En este contexto, Castilla y León fue la segunda autonomía de régimen común que abonó un tipo medio ponderado del IVA más bajo entre las autonomías española, con un 11,32 por ciento en 2022, por encima únicamente de Murcia, donde se situó en el 10,30 por ciento, lo que revela un consumo de la Comunidad tendente a los productos con tipos reducidos, básicos en la cesta de la compra.
El dato para Castilla y León está muy por debajo del tipo medio ponderado para el conjunto nacional, del 15,19 por ciento; con autonomías como Madrid, a la cabeza, donde alcanza el 16,79 por ciento.
El tipo medio de IVA que se abonó en la Comunidad en 2022, se situó 0,58 puntos por debajo del dato de 2019, del 11,89 por ciento. Un informe de la Agencia Tributaria recogido por Ical, revela que pese a ese descenso del tipo medio en Castilla y León, la recaudación por este tributo indirecto al consumo, alcanzó cifras récord por la inflación, con 1.482,4 millones, un 2,7 por ciento más que el año anterior, y con un crecimiento del 12,7 por ciento respecto a 2019, el año anterior a la pandemia.
El informe incide en que el año pasado hubo en Castilla y León 196.119 declarantes de IVA, un 0,57 por ciento más que en el ejercicio anterior (195.012), pero una cifra inferior a los 197.421 contabilizados en 2019.
Un guarismo que refleja de forma fidedigna el encarecimiento de los bienes de consumo, es el del valor de las venta, que sumaron 93.659,83 millones de euros, un 18,02 por ciento más que en 2022 (79.361,6), y un 23,2 por ciento por encima de la cifra del 2019 (75.980,24).
Por lo que se refiere a las compras empresariales, la cifra ascendió a 74.604,01 millones de euros en Castilla y León, que representan un importante aumento también del 21,36 por ciento. En cuanto a las inversiones netas deducibles, sumaron en la Comunidad, un total de 2.907,78 millones de euros, un 29,35 por ciento por encima del dato del año precedente.
La base teórica para la aplicación del IVA se situó en los 13.100,64 millones de euros, lo que representa un incremento del 8,01 por ciento en comparación al dato de 2022. La tasas de valor añadido alcanzó el 20,16 por ciento, por debajo del 22,37 del 2022, la segunda más baja de las autonomías de régimen común, y muy alejada del 29,21 por ciento de la media de las autonomías de régimen común. Sin embargo, la tasa de inversión fue del 3,1 por ciento, por encima del 2,83 por ciento de 2022, y por encima de la media del 1,76 por ciento.