Castilla y León necesita más de 6.500 millones para cumplir con los objetivos en hidrógeno

Después de que Castilla y León haya sido la única comunidad autónoma de España seleccionada como miembro del consorcio Clean Hydrogen Partnership (CHP) por la Comisión Europea junto a otros 10 territorios de la Unión, EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León habla con Javier Robador, gerente del recién estrenado clúster del hidrógeno en la Comunidad, H2CyL.

Un proyecto con el que la UE pretende impulsar ecosistemas que aceleren soluciones energéticas sostenibles basadas en el hidrógeno y que incluye, según la convocatoria, el acceso a futuros fondos de financiación, aún por determinar.

El CHP será el facilitador de que se teja un ecosistema sólido y se desarrolle así uno de los combustibles con mayor recorrido que está llamado a ser clave en la transición energética y en la descarbonización de la economía.

Podrá utilizarse para la industria del refino y la producción de combustibles, en la producción de amoniaco para fertilizantes, en la industria química como materia prima y en la siderurgia para la producción de aceros y otros metales.

Además, con el tiempo se irá incorporando a la movilidad y la logística, sobre todo a la pesada, donde las baterías (aún) no pueden dar respuesta; pero también será útil para la movilidad del ciudadano y el transporte público, así como para el ferrocarril en aquellas líneas que no están electrificadas.

Pero eso no es todo: Bruselas ya ha advertido de que la población deberá decir adiós a las calefacciones de combustible fósil (que son las que predominan en las viviendas de la UE), por lo que se espera que el hidrógeno sea clave en la producción de biometano que permita sustituir el gas natural de esas calderas por este otro combustible renovable.

La UE quiere acelerar la producción de hidrógeno

Por de pronto, la UE tiene previsto destinar una partida de 50.000 millones de euros para el desarrollo de 68 proyectos de hidrógeno verde de aquí a 2030.

Ahora toca trabajar para conseguir que Castilla y León presente en las diferentes convocatorias previstas (la primera será en octubre de 2024) un ecosistema innovador y sólido que atraiga el mayor número de inversión y sitúe la Comunidad entre aquellas clave en el desarrollo de este vector.

En el caso de Castilla y León "es de vital importancia la transferencia del conocimiento y el desarrollo de habilidades clave, de toda la cadena de valor, y poner el foco sobre todo en el consumidor y en la financiación de estos proyectos", explica Robador.

Con más de 45 proyectos de generación de hidrógeno, Castilla y León contará el año que viene con su primera planta de hidrógeno verde en Garray (Soria), tras una inversión de 10 millones de euros puesta en marcha por Somacyl (Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León) y la compañía energética Redexis.

Cuanto más viento y sol, más hidrógeno verde

Aquellos territorios con más viento y sol serán especialmente estratégicos para el impulso del hidrógeno verde. Y da la casualidad de que Castilla y León (sin ser la comunidad autónoma con más horas de radiación solar al año), sí se encuentra entre las que más registran de toda España, con casi 3.000 horas anuales.

Además, es la autonomía líder en generación de eólica con 6.507 MW acumulados con grandes multinacionales como Amazon invirtiendo en parques eólicos en la Comunidad.

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Sin embargo, el gerente de H2CyL indica que este sector en la Comunidad "se encuentra en una fase de escalabilidad porque la tecnología existe pero no aún en el tamaño que el mercado demanda", por lo que se muestra prudente en sus previsiones.

Es éste el reto principal al que se enfrenta la industria del hidrógeno en Castilla y León en un momento en el que se está buscando un despliegue masivo en tiempo récord "lo cual exige no sólo capacidad de adaptación a la industria sino también a toda la cadena de suministro".

Javier Robador, gerente del clúster H2CyL

El hidrógeno "da respuesta a la necesidad de almacenamiento de energía, sobre todo allí donde se necesita un comportamiento similar al de los combustibles fósiles, es decir, almacenamientos prolongados, consumo a demanda o la estacionalidad", explica.

A pesar de que la Comunidad es líder en producción de energía, con más de un 90% del total, Robador advierte de que "es evidente que necesitamos crecer en renovables no sólo para producir hidrógeno, sino también para cubrir las necesidades de electrificación".

España se marca en su PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) reducir sus emisiones de efecto invernadero (GEI) en un 32% desde 2023 hasta 2030. Algo que, tal y como reconocían todos los expertos en materia energética limpia que se dieron cita el pasado día 21 de diciembre en Valladolid en el primer Congreso Enioa, no será posible sin que se sumen a este esfuerzo todas las energías que no contaminan, incluido el desarrollo del hidrógeno verde o la nuclear.

Valle de innovación del hidrógeno verde en Castilla y León

Ya lo anunció el año pasado el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo. La Comunidad será una de las once de España en disponer de un valle de innovación en relación a la producción de hidrógeno verde. Un vector por el cual apuesta el Ejecutivo autonómico.

Robador califica este compromiso de "fundamental" para impulsar este sector dado que "producirá un efecto llamada sobre los desarrolladores de proyectos que buscan el lugar idóneo para llevarlos a cabo".

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la transición energética es la ausencia de renovables en lugares donde, a pesar de disponer de los recursos naturales necesarios, "no hay infraestructuras de evacuación eléctrica o, las que hay, están al límite de su capacidad".

El objetivo es descarbonizar la industria, impulsar el consumo de energía limpia residencial y también la movilidad, sobre todo la aviación y el transporte marítimo dadas las ingentes cantidades de combustible fósil que necesitan para operar.

Un largo camino por recorrer para una tecnología que todavía no está suficientemente madura pero en la que la UE ha puesto especial interés dado su potencial.

Mayor potencial que el éxito de las convocatorias

Precisamente porque sería inviable transformar esta industria sin una palanca de financiación adecuada, todos los países de la UE han adoptado distintas medidas económicas para el impulso del hidrógeno verde. 

En España pretende hacerse a través del Perte ERHA (Perte de Energías Renovables, Hidrógeno y Almacenamiento) para el cual el Ejecutivo de Pedro Sánchez "preveía una inversión de 6.900 millones de euros para toda España, de los cuales 1.500 son para el desarrollo del hidrógeno, con lo que queda claro que la inversión será privada en gran medida", indica el gerente de H2CyL.

"Sólo para Castilla y León hemos cuantificado que se necesitan más de 6.500 millones de euros de inversión de aquí a 2030 para cumplir los objetivos que nos hemos marcado en esta Comunidad", advierte.

Robador lamenta que "las últimas convocatorias no reflejan el potencial que tiene Castilla y León en lo que a generación de hidrógeno limpio se refiere, ya que de los 300 millones articulados en el programa H2 Pioneros, sólo 10 millones han ido a parar a la Comunidad".

El gerente del clúster del hidrógeno en Castilla y León celebra que finalmente el proyecto de planta de amoniaco presentado en Burgos por la empresa de tecnología e ingeniería Sener, haya sido beneficiado de 8,8 millones de euros de ayuda en la última convocatoria resuelta el pasado 22 de Diciembre.

Hasta la fecha, se han financiado ya, por ejemplo, el proyecto Colhibrí de investigación en nuevos procesos basados en tecnologías del H2 para la cogeneración eficiente, económica y segura con biogás, que lidera Cidaut, con un millón de euros; así como el proyecto Destinus para el desarrollo de un sistema de propulsión alimentado por hidrógeno verde líquido para la movilidad aérea con más de siete millones de euros, o el proyecto ValorH2 liderado por Hiperbaric.

Lo que está previsto es que al ritmo actual al que va el despliegue de esta tecnología, "el hidrógeno verde podrá competir con los combustibles fósiles en torno al año 2040", asegura Robador.

Un horizonte en el que será clave el precio que se alcance por la electricidad dado que "el 70% del precio final del hidrógeno está asociado al coste de la electricidad", por lo que el crecimiento de las renovables para que el hidrógeno sea también limpio, "es fundamental".

Castilla y León, fuera de los Proyectos de Interés Común

La Comunidad ha perdido una oportunidad de oro para impulsar este sector cuando la Comisión Europea dejó el tramo Zamora-Lugo de la red de hidrógeno, fuera del listado de Proyectos de Interés Común (PIC) a optar a financiación comunitaria. 

A pesar de ello, el gerente de H2CyL espera que "ese tramo pueda optar a nuevas oportunidades de financiación en próximas convocatorias". En este sentido, Robador advierte de la importancia de que "Castilla y León esté atenta a la definición de la futura red troncal del hidrógeno nacional y de la cobertura que pueda tener en la Comunidad, tanto en el eje oeste como en la parte central".

Otro de los anuncios que más interés ha despertado en este sector en los últimos meses es la puesta en marcha el pasado 23 de noviembre por parte de la Unión Europea del Banco Europeo de Hidrógeno con una primera subasta que ascendió a 800 millones de euros para la financiación de proyectos en este sector.

"Se trata de cubrir la horquilla que hay entre los costes de producción del hidrógeno y el precio que el consumidor está dispuesto a pagar, sin pérdida de competitividad para la industria", explica Robador.

Un mecanismo éste que, sin embargo, "tiene un volumen muy pequeño para toda Europa y está enfocado a los grandes consumidores, por lo que difícilmente beneficiará a Castilla y León", concreta. Sin embargo, esta Comunidad "está en el punto de mira de los inversores por la capacidad que tiene de generación de energía renovable", añade.

Por de pronto, y ante un escenario en el que existe ya un exceso de electricidad procedente de renovables que no se consume, "el hidrógeno se perfila como clave para utilizar esa electricidad sobrante y cuyo consumo no está comprometido, y contribuir así a descarbonizar el mercado eléctrico, que es un 20% del total energético, así como el 80% restante, cubierto actualmente con combustible fósil", señala el gerente de H2CyL.