Inmersos en pleno siglo XXI, la transformación digital se ha erigido como un aspecto "clave" para la recuperación socioeconómica de los territorios. Su "respuesta clara" ante algunas de las problemáticas existentes en Castilla y León a nivel macroeconómico, han colocado a este contexto como un factor determinante de resiliencia. Sin embargo, la brecha digital cada vez se ve más acrecentada entre las Administraciones públicas y la sociedad. "Las personas y las empresas van más rápido que el Estado en material digital y hace que la carrera hacia la plena transformación sea lenta y confusa", ha relatado el director del Ecova, Juan Carlos De Margarida.
En la presentación del Observatorio Digital 2023, De Margarida ha explicado que ha quedado constatado que la "transformación digital es clave para la recuperación socioeconómica de la región". "La digitalización da una respuesta cara ante algunos problemas existentes en Castilla y León a nivel macroeconómico", ha resaltado.
Para el director del Servicio la Comunidad, en los últimos tres años, ha logrado resultados "muy significativos" dentro de este camino, pero ha reconocido que "queda mucho por recorrer". En este sentido, en el denominado Kit Digital, ha destacado que existe "cierta desafección o desconfianza" hacia las ayudas promovidas desde el Estado por parte de los autónomos y las micropymes, llegando al punto de no querer solicitarlas porque no creen en la digitalización.
Para De Margarido este punto se debe a una falta de formación y desconocimiento y ha matizado que lo que se debe promover es un mensaje que dé a conocer a las pymes y autónomos para qué sirve y que beneficios les va a traer. Además, el economista ha apostado por "reformas e incentivos de calado" desde el Gobierno para la creación de empleo en el ámbito de la digitalización y que, a la vez, este sea productivo consiguiendo ser competitivas con el objetivo de dar estabilidad a los trabajadores y aumentar así su poder adquisitivo tan importante para el crecimiento económico y la estabilidad de Estado del Bienestar.
Por todo esto, "es necesario apostar por la innovación tecnológica en los procesos productivos". Y esto es porque "permite abaratar el precio de los productos y servicios" y ampliar las operaciones a nuevos mercados, haciendo crecer su demanda. Preguntado, precisamente, por unas de las reivindicaciones del sector agrario que denuncian una excesiva digitalización de su campo, Margarida ha considerado que hay que "tener en cuenta dos realidades". "Para que una empresa se digitalice tiene que ser solvente, para poder hacer el cambio en su modelo productivo, marketing y ventas. Si eso no existe, la digitalización pasa a segundo o tercer plano", ha reconocido.
En el Observatorio Digital de 2023 se pueden observar una serie de debilidades en Castilla y León. Una de ellas es la "falta de una conectividad fiable y calidad" en gran parte del territorio, con especial incidencia en el mundo rural. También se ha detectado un "retraso digital" de las pymes, con especial incidencia en los autónomos. Además, De Margarida ha hablado de un "desconocimiento generalizado" entre las pymes para dar el salto al mundo digital y una escasa atracción de talento digital.
Sumando todo esto, para el economista "faltan perfiles cualificados" en un mercado mermado por la "alta temporalidad". "La temporalidad no ayuda además al aprendizaje, las competencias y las habilidades digitales", ha puntualizado.
Las variables analizadas ponen de manifiesto que la escasez digital en la Comunidad "ha ralentizado la aparición de nuevas empresas y el crecimiento de las ya existentes". "La empresa debe adaptarse sin dilación a los nuevos modelos productivos, donde la estructura productiva y el tamaño empresarial son determinantes para que la digitalización tenga el éxito esperado", ha subrayado.
También ha puesto el foco en el sistema educativo, que aunque es referente en PISA, está "obsoleto" porque "no prepara en conocimientos, competencias y habilidades en digitalización". "La formación profesional no ha logrado todavía situarse en el nivel de importancia que tiene a la hora de cubrir los nuevos puestos de trabajo que surgirán en un futuro que ya es presente", ha insistido.
Entre sus conclusiones, De Margarida ha reconocido que las ayudas públicas "no surten los efectos deseados", lo que provoca que no sean solicitadas por "falta de convencimiento y credibilidad". "Es sumamente importante que todos los agentes implicados generen confianza", ha reiterado.
Así, el director del Ecova ha finalizado destacando que es "necesario educar en digitalización al tiempo que se ayuda a digitalizar a través de subvenciones ya que al final, en muchos de los casos, se traduce en gasto en vez de inversión, no lográndose el cambio de paradigma productivo y de competitividad, tan necesario en el momento actual de las empresas y la sociedad en general".