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Castilla y León afronta un 2025 a nivel económico "inestable" en el que deberá estar pendiente de la "nueva era Trump" y en el que tendrá que mirar de "reojo" a las decisiones que tome la Unión Europea. También está en riesgo de sufrir un impacto por los productos que China posicione en nuestro continente ante los aranceles de EEUU.

Estas son algunas de las conclusiones y perspectivas que el Servicio de Estudios Económicos de Castilla y León (ECOVAEstudios) ha presentado en su Observatorio Económico de la región correspondiente al tercer trimestre de 2024.

Un tercer trimestre en el que, tal y como ha explicado el director de ECOVAEstudios, Juan Carlos De Margarida, la economía ha "moderado su crecimiento", pero que, eso sí, ha logrado sostenerse "gracias al gasto público, la estabilidad empresarial y del empleo".

No obstante, ha puntualizado que aún con esa sostenibilidad económica, la competitividad y la productividad se encuentran "bajo mínimos". Una pérdida que se constata en la competitividad en las exportaciones, la disminución de la producción manufacturera y el "declive generalizado" frente a China y EEUU.

"Declive" que De Margarida ha explicado se debe a las "dependencias comerciales en ámbitos como la energía, el sector digital, sanitario o militar". Respecto al mercado de trabajo, ha destacado que continúa "perdiendo dinamismo tanto en España como en Castilla y León".

Algo que provoca un "desajuste entre la capacidad y la disponibilidad de desempleados, así como de los trabajadores que necesitan las empresas". A esto también hay que sumarle el "aumento de las jubilaciones que superan a la demanda de mano de obra y a la falta de personal cualificado". 

Además, De Margarida ha apuntado a la necesidad de realizar "fuertes correcciones presupuestarias" en materia de deuda y gasto público para que "la cordura presupuestaria vuelva a la senda de la normalidad".

En esta línea, ha apostado por una "reforma fiscal coherente" ante la reducción de los ingresos del Estado vía impuestos por la desaparición de los generados por la inflación y la falta de deflactación del IRPF". Una reforma fiscal que para el economista "genere ingresos al tiempo que sostenga el poder adquisitivo del ciudadano".

A fin de cuentas, iniciativas que permitan "mantener el Estado del bienestar sin que provoquen un decrecimiento económico que cree inestabilidad económica y social". Un argumentario que ha defendido ante el "contexto de alta incertidumbre" que presenta el año económico en 2025. 

De esta manera, ha señalado que la "disminución de tipos de interés ha reactivado el consumo privado y la inversión empresarial", mientras que el "sector industrial se está recuperando debido a la estabilidad empresarial y, por ende, al empleo".

Pero esto no revertirá la tesitura de que a la economía europea le "costará salir de su estancamiento actual", pero ha hablado de una previsión de "débil crecimiento" durante el segundo semestre del próximo año.

Mientras tanto, España y Castilla y León "moderarán" su ritmo de crecimiento y por eso es de "especial importancia" que se atienda al consumo privado y a la inversión empresarial, dado que existe un "margen de crecer", aunque "no van a ser determinantes para impulsar el crecimiento regional".

La "inestabilidad" que se prevé para 2025 se debe a la confluencia de diversas variables, como pueden ser el "envejecimiento de la población, especialmente en Castilla y León", el crecimiento del gasto público en cuanto al incremento del endeudamiento, o la falta de criterio a la hora de priorizar éste.

De Margarida también ha incidido en la "excesiva regulación" de las comunidades autónomas, algo que hace "perder competitividad y productividad". Ahora mismo la economía, no obstante, está en un periodo de "calma con incertidumbre" y la mirada puesta en las decisiones de Trump.

Poniendo el foco en Castilla y León, aunque De Margarida ha apuntado que "todas las economías están unidas", ha subrayado que los previsibles aranceles de Trump pueden afectar a las exportaciones de la Comunidad, por lo que "pocas cosas se pueden hacer si no se puede vender".

Por ello, ha considerado que la Comunidad deberá "dirigir sus productos en vez de a Estados Unidos a otras zonas y mercados, como el asiático, por ejemplo".

También mirando de "reojo" a las decisiones que vaya a tomar la UE y el punto de mira que ponga China en Europa para posicionar los productos que no pueda vender en EEUU ante el previsible aumento de aranceles por la "guerra comercial" con Donald Trump.

Para el director de ECOVAEstudios se viene un año en el que la "acción-reacción es clave para fortalecer la UE ante un cambio de paradigma comercial internacional". 

"La lentitud de Europa para legislar y tomar decisiones debe desaparecer y hacer frente con celeridad a las realidades socioeconómicas que sobreviven en el horizonte", ha sentenciado.