La Comunidad, preparada para el fin de las cuotas del azúcar
La consejera de Agricultura y Ganadería y portavoz de la Junta, Milagros Marcos, ha asegurado que Castilla y León está preparada para afrontar el fin de las cuotas del azúcar que se instaura este año 2017 y ha augurado un crecimiento en términos de producción y de cultivo, que ha cifrado en unas 10.000 hectáreas más de remolacha.
Este es el principal mensaje de la consejera de Agricultura y Ganadería a los cultivadores de remolacha castellanoleoneses en este año 2017 que Castilla y León afronta con "optimismo" convencida de la capacidad de la Comunidad para que la liberalización se convierta en una "oportunidad" de futuro tanto desde el punto de vista productivo como para el resto de la cadena de valor.
"Puede haber mayor cultivo, puede incrementarse el número de hectáreas y el número de toneladas que se recogen", ha destacado la consejera, quien ha cifrado en esas 10.000 hectáreas el volumen objetivo a mayores para llegar al cien por cien de la producción que necesitan las cuatro industrias implantadas en Castilla y León, tres de Azucarera y una Acor, un crecimiento "paulatino" en el tiempo que avanzará a lo largo del futuro.
Así, Marcos ha precisado que el "primer objetivo" sería llegar a las 30.000 hectáreas de remolacha en Castilla y León en un plazo de dos años, frente a las 22.500 hectáreas sembradas en la actualidad en "uno de los cultivos más sociales" que tiene la Comunidad Autónoma y al que se dedican en estos momentos unos 4.000 agricultores de los 6.000 remolacheros del país.
Producir el azúcar ahora importado
Otro de los objetivos fijados por Milagros Marcos es que las cuatro industrias azucareras implantadas en Castilla y León puedan producir el millón de toneladas de azúcar que importa cada año el país como consecuencia de ese sistema de cuotas que ahora desaparece. "En un porcentaje importante lo podemos producir nosotros", ha reivindicado la consejera, que ha recordado que el 85 por ciento del azúcar que se produce en España --500.000 toneladas en total-- sale de las molturadoras de Castilla y León.
Por su parte, la tarea con los remolacheros se ha centrado en conocer hasta dónde pueden cultivar y a qué precio/tonelada les sale rentable sembrar esta raíz a lo que ha sumado un trabajo previo para favorecer "contratos estables" entre el remolachero y la industria y que "está firmado" a través del Acuerdo Marco Interprofesional (AMI).
"Es un hecho objetivo, no es algo que esté discutiéndose en este momento sino que es un Acuerdo Interprofesional", ha constatado la consejera, quien ha aprovechado la ocasión para recordar que su departamento estableció ya en 2016 ayudas por cerca de 23 millones de euros para bonificar y hacer rentable este cultivo, unas ayudas "ya cobradas" que se mantendrán en el futuro, ha garantizado.
Impuesto
En este punto, se ha mostrado a expensas también de la deriva del impuesto del Gobierno de España a las bebidas azucaradas, un gravamen que ha recibido la contestación de la Junta de Castilla y León y del sector castellanoleonés al completo. "A partir de aquí veremos cómo evoluciona", ha admitido.
"Lo único que había que hacer eran los deberes que hemos hecho este año, trabajar para que el cultivo tenga ayudas y las empresas puedan comprar la remolacha y al agricultor le sea competitivo y que haya compromiso de las empresas para que compren la remolacha a un precio competitivo para el agricultor", ha resumido Milagros Marcos.
Según ha recordado, las cuatro fábricas que hay en Castilla y León dan trabajo directo a 1.300 personas e indirecto a unas 1.500 más a lo que ha añadido que se trata de plantas industriales ubicadas en el medio rural y que significan "importantes focos de actividad y empleo" en estas áreas geográficas, "no sustituibles y con unas inversiones imposibles de reconvertir en otras actividades".