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El campo

UPA-COAG se opone a las restricciones en purín y estiércol

29 diciembre, 2017 18:01

La Alianza UPA-COAG ha trasladado a la consejera de Agricultura, Milagros Marcos, un escrito en el que solicitamos que reclame al Ministerio de Agricultura la no aplicación de los cambios propuestos en condicionalidad a partir de la PAC de 2018. Y de no conseguirlo, que se aplique con la máxima flexibilidad en nuestra comunidad autónoma mediante el establecimiento de excepcionalidades.

El 1 de enero entra en vigor el Real Decreto estos cambios en la aplicación de la Política Agrícola Común (PAC) en España, y entre otros aspectos se modifican las normas de la condicionalidad relacionadas con la aplicación en las tierras agrícolas de purines, que no podrá realizarse como hasta ahora mediante sistemas de plato o abanico ni cañones, y estiércoles, que tendrán que ser obligatoriamente enterrados en el menor plazo de tiempo posible.

Bajo nuestro punto de vista con esta norma el Ministerio va más allá de las restricciones que impone la propia reglamentación europea en materia de condicionalidad y puede afectar muy seriamente a los intereses de los agricultores y ganaderos de Castilla y León, que deberían adaptar su maquinaria o adquirir otra nueva, con inversiones económicas muy costosas, o que verían como su maquinaria recientemente adquirida y aún sin amortizar ya no sirve. Además, se estaría dificultando que los ganaderos puedan dar salida a sus producciones de purín y estiércol fuera de sus explotaciones al imponerse restricciones de uso a los agricultores que pueden motivar su pérdida de interés por emplear purines y estiércoles.

La Alianza UPA-COAG considera un contrasentido que se imponga por normativa europea el mantenimiento de materia orgánica en el suelo y, sin embargo, desde el Ministerio de Agricultura se pongan pegas a estos sistemas tradicionales de abonado, que no hacen otra cosa que aumentar el nivel de esa materia orgánica, y tratándose además de cambios que pueden resultar contraproducentes pues podrían llevar a un cambio de estos por fertilizantes minerales, de producción industrial, que no aportan materia orgánica al suelo. Además, pretender el entierro de los estiércoles con la obligación de labrar el suelo va en contra de la filosofía y eficiencia energética de sistemas como el mínimo laboreo o la siembra directa, prácticas ampliamente extendidas en Castilla y León y cada vez más fomentadas desde las propias Administraciones.

En base a todo lo anterior, desde la Alianza UPA-COAG han remitido a la Consejería de Agricultura una petición suficientemente argumentada para que se oponga a la entrada en vigor de los cambios propuestos por el Ministerio de Agricultura, que van más allá de la normativa europea. Y de no conseguir este propósito, el propio Gobierno regional debería hacer una `trasposición´ normativa con la máxima flexibilidad evitando al máximo posible su aplicación para nuestra comunidad autónoma.

Debe tenerse en cuenta, como añadido, que si otros territorios nacionales son más permisivos, los agricultores y ganaderos de nuestra comunidad autónoma estarían en inferioridad al no poder ser tan competitivos, no sólo respecto de ellos sino también respecto de los de otros países europeos más permisivos.