Asaja en Castilla y León ha pedido que las ayudas para paliar las pérdidas ocasionadas por la caída en el consumo de corderos y cabritos como consecuencia del coronavirus vayan directamente a los ganaderos, no a los intermediarios,
Pese a valorar el anuncio del ministro de establecer ayudas directas para los ganaderos de ovino y caprino, Asaja solicita un periodo de consultas antes de publicar el real decreto que regulará las mismas y que se tengan en cuenta las opiniones de las organizaciones que representan a los afectados, de manera que el dinero que se destine a este fin compense de verdad a los profesionales por las pérdidas que les está ocasionando esta situación.
El sindicato que preide Donaciano Dujo, a través de un comunicado recogido por Europa Press, recuerda que el problema no solamente es que los lechazos y cabritos se estén vendiendo muy por debajo del coste, sino que en muchos casos permanecen en las explotaciones sin que exista la posibilidad de encontrar un comprador, incrementándose los costes de alimentación y perdiendo categoría comercial al pasarse de peso y de edad.
Por eso, el anuncio que ha hecho el ministerio no satisface al sector, ya que da respuesta parcial al que vende, pero no da respuesta a quien no tiene comprador, para el que, según reclama, también habría que habilitar ayudas.
Asaja considera que el apoyo debería de destinarse únicamente a los ganaderos, y no a otros operadores que intervienen en la cadena, dando prioridad al ganadero profesional, y además debería elevarse el número de animales susceptibles de percibir ayuda, por encima de los 70 que inicialmente propone el ministerio.
Por último, la OPA pide que la ayuda se tramite en el procedimiento integrado*de solicitud única junto con las ayudas de la PAC, y que se abone el importe que corresponda tan pronto como la administración haga las comprobaciones oportunas.
CERRAR LA PUERTA A LAS IMPORTACIONES
Para Asaja, esta medida que propone el Ministerio de Agricultura no debe de ser la única, y se ha de trabajar en promocionar el consumo del lechazo y cabrito en los hogares, y sobre todo acordar con las grandes cadenas de alimentación una oferta variada y atractiva de estas canales, así como no importar de países de dentro y fuera de la Unión Europea mientras haya aquí excedentes.
Y es que considera muy grave que en momentos críticos como estos no haya una apuesta total por el producto nacional, y pide a las administraciones que ejerzan máximos controles en ese sentido.
La organización profesional agraria insiste en reclamar al Ministerio que reivindique en Bruselas la apertura del sistema de intervención para el ovino y caprino, dado que hasta ahora los responsables comunitarios solo contemplan este sistema de ayudas al almacenamiento para intermediarios para canales de vacuno, "principalmente porque desconocen la importancia de la ganadería extensiva tiene en los países del sur".
Por último, insiste en que las administraciones están dejando fuera de cualquier cobertura al cochinillo, producción que se canalizaba casi íntegramente a restauración y que ahora mismo está totalmente bloqueada, porque ni siquiera está entrando en el canal de distribución normal, como supermercados y carnicerías.