En año 2018 dio comienzo la nueva campaña multipaís, en España y en Hungría, basada en una de las grandes fortalezas de las carnes de lechal, cordero y cabrito: su sostenibilidad medioambiental, por su conservación del entorno y fomento de la biodiversidad, y social, por su contribución a generar economía en las regiones rurales con menos alternativas de desarrollo. Con un presupuesto de 6,8 millones de euros en total, unos seis para España, la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y Caprino, INTEROVIC, recibía luz verde desde Bruselas para continuar con su labor de promoción.
Bajo el lema “Campaña europea de promoción de la carne de cordero y cabrito en España y Hungría”, el programa ha planteado una importante agenda de actividades para los mercados interiores de ambos países comunitarios. Los públicos objetivo los que se ha tenido en cuenta de manera prioritaria han sido tanto el canal profesional (sector, distribución, mayoristas, tienda tradicional, HORECA) como el consumidor final, con especial relevancia en los segmentos de población comprendidos entre 25 y 45 años y mayores de 45.
Cambio necesario de tendencia
Los receptores de un mensaje principal: redescubrir las carnes de cordero en los nuevos cortes desarrollados por el sector (filetes de pierna, chuletillas, turnedós, churrasquitos, hamburguesas…). Nuevas formas de consumo adaptadas a las necesidades de los consumidores de hoy, creadas para desestacionalizar el consumo y fomentar su presencia en el marco de una alimentación variada y equilibrada. La llegada de estas innovadoras formas de presentar las carnes de ovino y caprino en el punto de venta nacen como reacción de todo el sector a la bajada registrada en el volumen de ventas, fruto de los paulatinos descensos anuales acumulados. En el año 2015, la cantidad de carne de cordero que se vendía en nuestro país había descendido un 40% a lo largo de la década precedente.
Los cambios en la forma de vida de los consumidores, el nuevo gusto por los platos rápidos de cocinar, fáciles, económicos y, a ser posible, en formatos pequeños, entre los principales argumentos que originaron esta tendencia. INTEROVIC, apoyado por las administraciones nacional y comunitaria, desarrolló una iniciativa pionera con un doble objetivo: recuperar las cuotas de mercado perdida, gracias a la innovación de producto (nuevos cortes y nuevas formas de cocinarlos) y a la comunicación (campaña europea 2015-2018).
En el nuevo escenario que nos marcan los destinatarios finales del Programa Europeo destacan, los ciudadanos, figuran elementos a considerar a nivel estratégico, como son la preocupación al alza por el origen del producto, los aspectos éticos vinculados con el proceso de producción y su impacto medioambiental, la mayor implicación en la búsqueda de productos saludables, sanos y de temporada, dentro de un nuevo estilo de vida donde se prima la vuelta a lo natural. Una bajada en la frecuencia de consumo de carne pero un incremento en la calidad de ésta.