La consideración del lobo como especie protegida, supone no poder hacer un control poblacional de esta especie mediante una gestión cinegética eficaz, por lo que UCCL Zamora considera una "autentica irresponsabilidad" por parte del Ministerio de Transición Ecológica, y un "ataque frontal a la ganadería extensiva, cuya presión será insoportable para muchas explotaciones".
Los datos nos revelan del orden de 4500 ataques de lobos en Castilla y León, con un resultado de la muerte de más de 6000 cabezas de ganado sin contar los animales heridos y desaparecidos y tampoco los abortos ni el lucro cesante que no se calcula actualmente en las indemnizaciones y cuya pérdida para los ganaderos asciende a 5 millones de euros solo en 2020, de los cuales la consejería solo indemniza un 20%.
La población del lobo en Castilla y León, según el último censo, es de 2000 ejemplares, es decir, 180 manadas de las 300 que hay en toda España. Hay comunidades autónomas donde no sufren esta problemática que han participado en la toma de decisiones frente a una gestión que les queda lejos de sus territorios, por lo que desde La Unión de Zamora ven "injusto" que participen en las mismas.
UCCL Zamora alerta de la repercusión que tendrá, desde un punto de vista medioambiental, la reducción de la cabaña ganadera ocasionada por la presión insostenible que las poblaciones de lobo ejercen en las explotaciones. Poniendo en riesgo el mantener grandes extensiones de terreno sin una gestión adecuada. Esto solo obedece a un ecologismo radical, irresponsable y falto de toda justificación.
El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico se equivoca totalmente si considera que adoptando esta medida preservará el medio natural y fijará población en el medio rural, lo que tenían que haber intentado es que declararan a los ganaderos en verdadero riesgo de extinción, que son los que corren peligro y cuyas consecuencias serían nefastas. Desde La Unión de Zamora consideran por los datos a día de hoy, que el lobo se encuentra en expansión, que debe reconsiderarse la declaración de especie protegida y desde un punto conservacionista llegar a un equilibrio entre ganaderías y fauna salvaje.