El Colegio de Veterinarios de Salamanca aprobó en su última junta ordinaria la reducción provisional de las tarifas percibidas por la lidia de animales bravos a puerta cerrada. Una medida que, según comunicó la Organización Colegial Veterinaria Española, persigue facilitar la “crítica situación” que atraviesan los ganaderos de la provincia charra, ya que “previsiblemente este será el único tipo de espectáculo taurino viable en en el primer semestre del año”.
Esta decisión parte de una solicitud efectuada por una representación de ganaderos de toro bravo como consecuencia de la pandemia del COVID-19, que ante la acumulación de reses en el campo, ven como única salida el envío de los animales al matadero, con la “considerable pérdida económica que conlleva”.
En este sentido, el colegio salmantino se mostró “sensible a las enormes dificultades que atraviesan diferentes sectores ganaderos, y en particular el del toro bravo,” por lo que, “hasta que la situación sanitaria se recupere, se mantendrá esta medida”, plasmada en una disminución de los honorarios que se venían percibiendo por la lidia de animales a puerta cerrada y la revisión posterior de su aptitud cárnica, para tratar de fomentar este tipo de actuaciones.
Según explica su presidente, Antonio Rubio, en declaraciones recogidas por la Organización Colegial Veterinaria Española, “hemos tratado de encontrar en todo momento un equilibrio de precios, de modo que no resulte gravoso para el veterinario, con una rebaja que ayude a que el ganadero pueda darle otra salida a sus animales diferente de la meramente cárnica”. Según los datos ofrecidos por el colegio charro, en 2020, el número de reses sacrificadas a puerta cerrada se quedó en 32, mientras que en 2019 ascendió a 44.
Igualmente, el Colegio de Veterinarios de Salamanca dejará de percibir el diez por ciento de gastos de gestión que cobraba a cada veterinario actuante en lo referente a actuaciones a puerta cerrada, además de renunciar al cobro por las tasas a los empresarios. “Es necesario resaltar la ventaja de agrupar varios animales en un mismo día para ahorrar gastos veterinarios”, advirtieron. Finalmente, el órgano colegial recordó que Salamanca es la provincia de España con mayor cabaña de la especie de lidia, con unas 170 explotaciones inscritas y unos 34.000 bóvidos censados.