La guerra en Ucrania enciende las alarmas entre los productores de leche de vacuno, que ven como a los sobrecostes energéticos se le suma ahora el desabastecimiento del maíz y de la soja que procedían de las zonas del conflicto (España importa más del 40% del maíz con el que se alimenta a la cabaña ganadera), imprescindibles para alimentar al ganado.
Según la Organización de Productores de Leche, Agaprol, que representa los intereses de este gremio en nueve comunidades autónomas incluida Castilla y León, estos sobrecostes "hacen imposible firmar contratos a largo plazo y en las condiciones que actualmente trata de imponer la industria láctea".
En plena crisis económica con una inflación que cerró el pasado mes en el 7,4% que merma el poder adquisitivo de los consumidores, los productores de leche piden contratos que no estén por debajo de sus costes de producción porque, de lo contrario tendrán que "sacrificar animales" al no poder seguir alimentándolos.
Esta situación podría poner en peligro el abastecimiento de este alimento básico en los establecimientos de compra, por lo que las organizaciones agrarias piden una solución que permita garantizar el suministro de la leche a los consumidores sin depender de mercados extranjeros.
La guerra en Ucrania está provocando una crisis sin precedentes en el sector de las materias primas para la alimentación del ganado. España importa de este país el 40% del maíz que consumen las vacas.
La otra guerra: la de los supermercados
En este sentido, los productores de leche insisten en que los supermercados "se están aprovechando de esta situación crítica para los ganaderos", sin que repercuta en los ganaderos el incremento para el consumidor del precio por litro.
Según datos de Agaprol, la leche de marca blanca ha pasado en todos los grandes distribuidores de los 0,58 céntimos de hace seis meses a los 0,68 céntimos actuales.
La subida de precio de la soja y el maíz ha supuesto para los ganaderos un encarecimiento inasumible de los gastos en alimentación animal. El coste de la alimentación en las granjas ha pasado de 0,186 euros el litro a los 0,250 euros. Los costes de electricidad, por su parte, han pasado de 0,016 euros por litro a los actuales 0,089 euros por litro.
Los productores de leche consideran que la industria láctea también debe afrontar esta situación para evitar que "el país se vea abocado al desabastecimiento alimentario y al cierre de sus centros de producción de leche".
El sector lácteo español es deficitario en más de dos millones de toneladas que se importan desde terceros países. Esta situación, según Agaprol, puede verse seriamente agravada "si las industrias lácteas no pagan a los ganaderos cantidades suficientes como para soportar los brutales costes de producción soportados".
De cerrar las explotaciones, los precios se incrementaríasn aún más para los consumidores además de exponer el mercado español a una "clara dependencia de terceros países en un bien básico como es la alimentación", indica Agaprol en su comunicado.
Firma de contratos
Es precisamente durante el tercer trimestre del año cuando se concentra la negociación y renovación de más del 60% de los contratos lácteos en Castilla y León. La volatilidad e inestabilidad de los mercados internacionales de materias primas "hace imposible en estos momentos determinar cuáles serán los techos de los costes de producción en el medio plazo", motivo por el que los productores de leche piden a los ganaderos no firmar ningún contrato hasta el final del periodo de negociación, el próximo 31 de marzo.
Además, consideran imprescindible, dada la situación, que esos contratos sean de "corta duración" puesto que la evolución de los acontecimientos hace imposible detectar esas tendencias del mercado a un año vista.