El coordinador autonómico de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, afirmó hoy que la campaña de riego, al menos en los sistemas del Pisuerga y el Carrión, “no está garantizada” debido al menor agua embalsada este año por la escasez de lluvias durante el invierno y el volumen de reservas mínimas fijado por la CHD.
Según informó Palacín en la rueda de prensa celebrada hoy en la sede de UCCL en Valladolid, ahora mismo la cantidad embalsada disponible para riego permite, en el Pisuerga, contar con 2.500 metros cúbicos por hectárea, lo que supone “sacrificar el 60 por ciento del regadío para salvar el otro 40 o salvar el cereal pero olvidar todo lo demás”.
El coordinador autonómico de UCCL también aseguró que en el sistema Carrión “tampoco está garantizado” el riego, mientras que para los agricultores que la extraen de los sondeos “no se trata de la disponibilidad de agua sino del precio de la electricidad y del gasóleo”, ya que “va a costar más sacar el agua o usarla en energía que producir”.
Es por esto último por lo que “hay muchos agricultores de regadío que están pagando el mínimo de luz porque no van a regar”, en una coyuntura que apunta a que “los estocajes de producción van a ir a menos” cuando “la dependencia del cereal en España es del 50 por ciento”.
“Es dramático no tener una tarifa especial de riego para aprovechar el potencial productivo cuando el precio de venta es más alto que nunca”, reveló González Palacín, pidiendo por ello a las administraciones “paliar la subida de costes” como factor “fundamental” para aprovechar el potencial productivo ya que, a día de hoy, “se van a escapar hectáreas que no se pueden aprovechar” por unos costes que se tenían que haber atajado “hace mucho tiempo”.
Difícil calcular los daños por heladas
Asimismo, González Palacín se refirió a los daños producidos por las heladas de los últimos días en la Comunidad, que aseguró es “difícil de evaluar” pero que habrán afectado con “daños importantes” tanto a los almendros como a las leguminosas adelantadas porque “la sementera iba muy bien”.
“Veremos los daños según evolucione el año, pero las heladas han pasado factura”, concluyó Palacín, que también incluyó entre los cultivos afectados el de la remolacha temprana: “Mucha de ella o se resiembra, con el coste muy elevado que conlleva ante un cultivo de rentabilidad más corta, o el agricultor se va al girasol, porque la demanda es más grande y ha aumentado el precio”.