Un total de 19 perceptores de la PAC de Castilla y León recibieron el año pasado ayudas directas por 7,95 millones de euros, lo que supone que asumieron una cuantía global mayor que los 10.077 beneficiarios considerados 'pequeños agricultores', es decir, con apoyos por debajo de los 1.250 euros. El año pasado, las ayudas directas de la PAC llegaron en la Comunidad, a 65.124 perceptores, por un importe global de 905,63 millones de euros. En total, en Castilla y León hay 457 grandes explotaciones que cobran más de 100.000 euros de ayudas PAC, con un importe global de casi 69 millones de euros. El grueso de los perceptores cobran entre 6.000 euros y 30.000, un total de 27.623, a los que llegaron 411,42 millones de euros.
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, y el coordinador regional de UCCl, Jesús Manuel González Palacín, reclamaron una apuesta clara por la agricultura profesional, con explotaciones dimensionadas que permitan una rentabilidad al sector en un momento de elevados costes de producción. En este sentido, reclamaron al ministro Luis Planas que reabra la negociación del plan estratégico para la nueva PAC, priorice las ayudas a los profesionales del campo y no penalice a los agricultores con grandes explotaciones.
El desglose de perceptores lo facilita el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), que revela que seis beneficiarios de la PAC se repartieron el año pasado 3,5 millones en ayudas, todos por encima de los 400.000 euros. Asimismo, hubo otros cuatro que se llevaron apoyos de entre 350.000 y 400.000 euros, con un montante global de 1,54 millones; y nueve obtuvieron compensaciones de entre 300.000 y 350.000, hasta un total de 2,9 millones.
Cabe recordar que la nueva PAC, que entrará en vigor el año que viene, fija un tope máximo de ayudas, la propuesta es que sea de máximo 100.000 euros de ayuda a la renta básica excluyendo los gastos laborales y de la Seguridad Social. Incluyendo estos últimos, podrá incrementarse hasta 200.000 euros. En este sentido, el año pasado hubo 326 perceptores con apoyos de entre 100.00 y 150.000 euros (38,52 millones en total); 68 con entre 150.000 y 200.000 (11,87); 30 con entre 200.000 y 250.000 (6,57); y 14 con entre 250.000 y 300.000 (3,93).
La profesionalización del sector y el dimensionamiento de las explotaciones acompaña al sector en la Comunidad, lo que queda reflejado en que hace una década sólo se contabilizaron 313 perceptores de PAC con ayudas por encima de los 100.000 euros, con un montante global de 47,84 millones en 2011; un ejercicio en el que había en la Comunidad 21.783 pequeños agricultores, que percibieron menos de 1.250 euros (12,13 millones en global).
Castilla y León es la segunda autonomía que recibe mayor volumen de ayudas directas de la PAC, con el 16,6 por ciento del total nacional (5.451,6 millones el año pasado), superada solo por la autonomías andaluza, con 1.557,6 millones, el 28,5 por ciento. En número de perceptores es la tercera por peso, con el 9,9 por ciento del global (654.653), por debajo de Andalucía, 227.455, el 34,7 por ciento, y Castilla-La Mancha, donde cobran 96.429, el 14,7 por ciento.
Favorecer agrupaciones
El presidente de Asaja en la Comunidad, Donaciano Dujo, dejó claro que “hay que priorizar” las ayudas de la PAC a los profesionales “justo lo contrario de lo que promueve la nueva PAC”, que establece el pago redistributivo del 16 por ciento de los derechos a explotaciones, que beneficia a los que tiene hasta unas 80 hectáreas, que “en secano no te permiten vivir”, y penalizan a las grandes explotaciones.
Dujo indicó que los grandes perceptores PAC en la Comunidad sueles ser explotaciones societarias, con varios titulares que cotizan en el régimen agrario, para exigir que no se les quiete nada porque “hay que favorecer esas agrupaciones de titulares, para crear explotaciones más viables”.
En cuanto a los pequeños perceptores, denunció que la inmensa mayoría son explotaciones que ya no existen como tal, son personas de mucha edad, jubiladas, que no viven ni en Castilla y León, que cobran esa PAC como compensación del agricultor que les arrienda el terreno para su cultivo. “Gente que labra diez o 15 hectáreas en Castilla y León, no existe”, dijo a Ical.
Donaciano Dujo exigió asimismo que se reabra la negociación para otorgar al agricultor libertad totalmente para cultivar lo que convenga a cada caso, con el objetivos de que se produzcan alimentaos suficiencias para autoabastecer a toda Europa. Al respecto, indicó que es preciso que tenga esa libertad en un contexto de costes inasumibles, donde “no vale poner ni topes, ni que haya que rotar, ni que haya porcentajes de cultivos, ni abandonar tierras, ni dejar prados sin segar y todas esas memeces medioambientalistas que no valen para nada”. “Así somo menos productivos y en ocasiones pasto para las llamas”, lamentó.
La que está cayendo
El coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel Palacín, apostó por los profesionales del campo, aquellos que se dedican a la agricultura y la ganadería de forma profesional, cotizan en el régimen agrario y al menos el 25 por ciento de sus ingresos llegan de la actividad. “Mira que pedimos poco”, dijo, para exigir al ministro Luis Planas que reabra las negociaciones del plan estratégico para la nueva PAC para analizar “quién debe cobrar y quién no”, eliminar los que ingresan “muy poco” y también las sociedades de varios propietarios que viven de otra cosa. El dirigente agrario lamentó que existan muchos pequeños perceptores, que nos son profesionales incluso muchos “estarán jubilados” y “el 44 por ciento de la PAC se la llevan sociedades, muchas de ellas agrarias pero otras no y no deberían cobrar”, denunció.
González-Palacín también indicó que en Castilla y León no hay muchos grandes terratenientes, aunque si gente con bastantes tierras, que no sufrirán recortes porque el límite impuestos, al contar con los gastos en personal y Seguridad Social, es más un gesto político “sin sustancia” para el reparto.
El coordinador de UCCL también sostuvo que el plan nacional se debería replantear “con la que está cayendo” por la crisis alimentaria sin precedentes derivada de la guerra de Ucrania, y sentenció que “poner el peso de la PAC en el medio ambiente y no en producir es una irresponsabilidad y una barbaridad”.
Asimismo cargó contra el programa nacional porque penaliza al agricultor profesional, con el pago redistributivo, que sufrirán los cultivadores con explotaciones dimensionadas a partir de entre 110 y 130 hectáreas. Frente a esto, indicó que es preciso controlar los apoyos a las mujeres, para que vayan a personas activas, porque muchas están en la franja de 65 años y “no trabajan la tierra”. “Hay que fomentar la incorporación de las mujeres pero que sean realmente activas, no las que perciben PAC, que es muy diferente”, dijo.