España tendrá en un año el primer mapa de cultivos y un visor cartográfico que permita su consulta a través de internet. Se trata de un proyecto que llevará a cabo el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), tras haberlo desarrollado desde hace nueve años en la Comunidad. El reto, no obstante, ahora pasa por gestionar un volumen de datos muy superior y por resolver dificultades, como determinar los cultivos que pueden estar parcialmente cubiertos bajo plástico o discriminar las parcelas de poco tamaño.
La Junta de Castilla y León acaba de autorizar la firma del convenio entre el Itacyl y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, lo que podría producirse en unos días. A partir de ese momento, comenzarán los trabajos para que España cuente con este mapa de cultivos, una fuente de información interesante para estudios de mercado, empresas interesadas en producciones agrícolas o la planificación agraria. También tiene interés para multitud de estudios de carácter científico y técnicos en ámbitos agrarios y ambientales.
El equipo del Itacyl, según David Nafría, jefe de área de Desarrollo Tecnológico, ha avanzado ya el trabajo de planificación de este proyecto que se llevará a cabo en colaboración con el Ministerio, departamento que ha reconocido las posibilidades que ofrece esta iniciativa. Para ello, se ha ampliado la apuesta por la ‘nube’ para ampliar la capacidad de gestión del nuevo mapa nacional, que incorporará a todo el país, excepto las ciudades de Ceuta y Melilla.
De esta forma, se cruzarán las imágenes satélites de la superficie de España, incluidos los dos archipiélagos, para determinar sobre un visor el cultivo de cada parcela, a una escala de diez por diez metros (100 metros cuadrados), con un grado de precisión de hasta el 90 por ciento, dependiendo de la clase de cubierta. Esta tarea corre a cargo de un algoritmo que utiliza otros parámetros como la altitud de las parcelas, la orientación o la radiación para ajustar la identificación de cada cultivo y poder discernir entre un trigo o una cebada, por ejemplo.
El sistema asienta principalmente su metodología sobre las imágenes satélite de forma que se genera una especie de ‘árboles’, que gracias al resto de variables facilitadas al algoritmo añade millones de ramas, que permiten determinar con un elevado nivel de acierto el cultivo de la parcela. Todo ello se ha ido perfeccionando por el Itacyl, mejorando el entrenamiento del modelo, hasta conseguir que Castilla y León tenga mapas generados desde 2011.
En un año, el Itacyl tiene que tener el mapa de España listo. Para ello, el equipo responsable tiene que sortear algunas dificultades como son los cultivos intensivos que pueden estar cubiertos por plástico o las pequeñas parcelas, habituales en algunas partes de España, pero también la identificación de cultivos, en áreas descuidadas y tendentes al abandono, complican la tarea. Además, tendrán que manejar bases datos actualizadas, de diferentes fuentes, así como ampliar los conocimientos sobre el sistema agrario español, que destaca por su variedad. Para esta tarea contarán con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Once años condensados en mapas
El Mapa de Cultivos y Superficies Naturales de Castilla y León (MCSNCyL) es un mapa de cobertura suelo, obtenido a través de imágenes de satélite y actualizado anualmente con dos versiones semestrales. Ofrece una cartografía de ocupación del suelo que represente los cambios en los cultivos herbáceos anuales, mayoritarios en la Comunidad, y en las superficies de vegetación natural.
El proyecto comenzó en el año 2013, y desde entonces se han generado mapas desde el año 2011 hasta la actualidad. Además, desde el 2020 se publican dos capas diferenciadas, una con el tipo de cultivo o superficie identificada y otra con el sistema de explotación (secano/regadío) identificado por teledetección.
Este trabajo les ha permitido formar parte de los consorcios de distintos proyecto de investigación del programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea. Entre otros, Sentinels Synergy for Agriculture (SENSAGRI) tuvo como objetivo explotar las capacidades de los sensores ópticos (S-2) y radar (S-1) de los satélites de la constelación Sentinel para el desarrollo de prototipos para la monitorización de la actividad agraria. Asimismo, es de destacar la importancia que este mapa de gran detalle temático está teniendo en el proceso de los Controles por Monitorización en el ámbito de la gestión de ayudas por superficie de la PAC en Castilla y León.