A pesar de que la previsión de la cosecha se prevé buena en términos de producción para los agricultores de Castilla y León, en la comarca de Ágreda, que linda con las comunidades autónomas de Aragón y La Rioja, la previsión es “catastrófica”, ya que sufre una “extrema sequía”. Tanto es así que un buen número de agricultores se decantan por no cosechar la tierra.

Es el caso del José María Rubio Ruiz, quien destacó la “malísima” situación de los cultivos en la zona de Ágreda, Valverde, Vozmediano, Dévanos, afectados increíblemente por una terrible sequía. Por ello, se une a la petición de Asaja Soria que plantea la elevación de los datos precisos para la catalogación de zona catastrófica afectada gravemente de sequía.

“En la zona de Tarazona, a 19 kilómetros del término, ya están pidiendo las ayudas por sequía. Tenemos las fincas arrasadas en casi todo el término a excepción de la zona de Fuentes de Ágreda y la limítrofe con Ólvega. En todo el año no ha llovido;  parece que hay un paraguas porque, incluso, desde la Agencia Meteorológica se determinaba que llovería al 100 por cien, pero aquí no ha llovido”, destacó.

El alcalde de la localidad, Jesús Manuel Alonso, que también es agricultor, detalló que la zona que linda con Aragón es “un desastre absoluto” y en la zona limítrofe con La Rioja tampoco será rentable la cosecha. Además, especificó que hay otras zonas que no tenían suficiente agua y no pudieron resistir el hielo.

“La planta ha tenido una falta de agua cuando la necesitaba y a esto se añadió que en abril se helaron por lo que hay plantas que no tienen espiga y otras que no tienen grano. Las plantas están amarillas y quemadas sin capacidad de producción”, describió.

Asimismo, aseguró que el hecho de que no haya una buena cosecha generalizada en Castilla y León se debe atender a otras zonas que sufran sequía extrema, pedrisco o cualquier otro fenómeno meteorológico adverso. “A la mala cosecha de este años se suma que llevamos otros tres años consecutivos con rendimientos nulos a consecuencia del calor extremo que provocó la reducción de los kilos por hectárea”, lamentó.

En este aspecto, insistió en que se trasladará a las administraciones públicas que la intervención está justificada, y precisó que las organizaciones agrarias deberán ejercer su capacidad reivindicativa porque la “justificación es total”. “El Gobierno de España y la Comunidad autónoma tienen ayudas para estos casos. Llevamos tres años sufriendo pérdidas y no hay economía que pueda subsistir con estas cosechas”, resaltó.

En opinión de Alonso cada vez hay menos agricultores en la comarca porque es evidente que la actividad no es “rentable”, y precisó que anteriormente el sector era muy importante para la economía local, pero poco a poco se han reducido el número de personas que se dedican al campo.