La economía circular se ha convertido en un paradigma clave para que el agua sea un motor que acelere la transición ecológica y contribuya a superar el reto demográfico. Para ello se necesitan propuestas innovadoras de administraciones y empresas como Aquona que gestiona “el ciclo sostenible del agua en 130 municipios de Castilla-La Mancha y Castilla y León con un modelo bajo en carbono y apostando por la digitalización y la tecnología para aplicar soluciones basadas en la economía circular”, ha afirmado Laura de Vega, directora de Desarrollo Sostenible de la compañía.
Así lo ha destacado De Vega en el I Foro de Bioeconomía Circular de Castilla y León que se ha celebrado en Soria los días 27 y 28 de octubre. En concreto, la directora de Desarrollo Sostenible de Aquona ha participado en el taller de buenas prácticas y proyectos de innovación en bioeconomía circular junto con Luis Francisco Martín, técnico comercial de ReFood en la zona centro de España del Grupo Saria; Ángela Osma, secretaría General de la Asociación Española de Plásticos Biodegradables Compostables; Jorge Miñón, socio fundador de Agrae Solutions S.L. y María Pilar Bernal, presidenta de la Red Española de Compostaje y profesora de investigación en el CEBAS-CSIC.
'La bioeconomía circular en el ciclo del agua'
‘La bioeconomía circular en el ciclo del agua’ ha sido el nombre de la ponencia de Aquona en la que se ha compartido los proyectos en la materia que está impulsando la compañía. Una de las primeras líneas de actuación comentadas ha sido la transformación de las depuradoras en biofactorías, proceso en el que está inmersa la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Palencia que Aquona gestiona. El nivel de aprovechamiento térmico de esta planta alcanza ya el 100 % y su autoabastecimiento energético el 65 %. Además, se “valorizan el 100 % de los fangos producidos en el proceso de depuración destinándolos a la agricultura”, ha subrayado Laura de Vega quien ha añadido que también se está abordando la “valorización de arenas para usarlas como compostaje” o como material de relleno en obras y zanjas. En cuanto reutilización de aguas, “parte del agua depurada se está utilizando en el riego de jardines”, ha apuntado De Vega. La protección de la biodiversidad y la implicación de la comunidad local cierran el ciclo en este proceso de transformación.
Además, la EDAR de Palencia es uno de los escenarios de aplicación del proyecto europeo INTERREG ECOVAL. Con 1, 4 millones de euros de presupuesto, esta iniciativa basada en la valorización de fangos y residuos sólidos urbanos para la obtención de grasos volátiles de alto valor añadido para las industrias del plástico, lubricantes o agroquímica. Junta de Castilla y León, Ayuntamiento de Palencia y Aquona, impulsan junto a otros socios el proyecto coordinado por CETAQUA, el centro tecnológico del agua de Agbar, grupo al que Aquona pertenece.
La circularidad en el ámbito de energía la encontramos en León donde Aguas de León, sociedad mixta participada por Aquona y el Ayuntamiento de León, gestiona el servicio municipal de agua e impulsa el proyecto Life Nexus que generará microenergía hidráulica y potenciará el almacenamiento de la misma.
Esta apuesta decidida por la innovación y la economía circular de la empresa tiene como hoja de ruta la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas en donde las alianzas “entre todos los agentes son fundamentales para multiplicar el impacto de las acciones”, afirma Laura de Vega. De la misma manera, la Agenda 2030 es la guía para conseguir una reconstrucción verde, sostenible e inclusiva tras la pandemia en la que los Fondos de Recuperación Next Generation “son una oportunidad para fomentar la economía circular, proponer soluciones frente al cambio climático y abordar necesidades de digitalización, abastecimiento, saneamiento y depuración que nos ayuden a cohesionar el territorio y acabar con la despoblación”, ha concluido.