Los asistentes a conciertos en directo disminuyeron un 87,5% en las salas de música de Castilla y León en 2021 en relación a 2019, último año prepandemia, a causa de la continuidad de restricciones por el Covid-19. Así, la cifra de participantes fue de 16.425 el anterior ejercicio, muy lejos de los 131.887 que asistieron a alguno de los eventos programados hace tres años.
La Asociación Castilla y León en Vivo, que aglutina 14 salas de conciertos de la Comunidad, ha elaborado un informe tras recabar documentación de sus socios. La conclusión es que el sector de la música en directo "lleva dos años parada y sin prácticamente apoyos". De hecho, alertó en un comunicado recogido por Ical que siete de cada diez de estos espacios "no pudieron programar música durante al menos ocho meses del pasado año".
El "golpe" al sector de la música en directo ha sido "tan grave y continuado en el tiempo que los dos meses y medio de 2020 anteriores al confinamiento otorgan mejores cifras que los cosechados en los 12 meses de 2021". Así, se constata que de enero al 14 de marzo de 2020 asistieron un total de 34.244 personas a alguno de los conciertos programados en las 14 salas. Mientras, durante todo 2021 asistieron un total de 16.425 personas a los conciertos programados en las salas.
La diferencia es aplastante si se compara con el año anterior a la pandemia, ya que durante 2019 las salas de Castilla y León atrajeron a 136.887 personas, lo que en términos relativos significa que, durante 2021 tan solo asistieron a espectáculos de música en directo el 12% del público de 2019. Dicho de otra manera: la música en directo en estas salas perdió a casi nueve de cada diez espectadores en los dos años.
El total de conciertos celebrados durante 2021 ascendió a 369, tan solo cien más de los ofrecidos entre enero y el 14 de marzo de 2020. Esto supone un descenso del 70% de conciertos programados durante 2021 respecto a 2019, cuando se programaron 1.175.
Según las 14 salas de conciertos, el 30% sólo pudo trabajar un mes con normalidad, la mitad, entre dos y cuatro meses, y el 21 por ciento restante, entre cinco y siete. "El clima de inestabilidad e incertidumbre que se vivió durante todo 2021 provocó que hasta 408 eventos musicales fueran cancelados por las salas de la Comunidad, una cifra que supera al total de conciertos realizados" denunciaron.
En desacuerdo con las políticas de la Junta
La Asociación achaca estas cifras a las "políticas culturales de la Junta", ya que mientras otros establecimientos como teatros, cines, auditorios y café teatros "sí han podido trabajar aplicando las medidas necesarias, a la mayoría de las salas de conciertos se les impidió ejercer su actividad cultural, por una cuestión burocrática asociada a que dichos espacios son considerados como ocio y entretenimiento y no como espacios culturales".
Igualmente, criticó que el Gobierno autonómico "ha metido en el mismo saco a discotecas o disco-bares, con establecimientos que programan más de seis conciertos al mes, por ejemplo, y que en muchos casos son el principal espacio de música en directo de la ciudad o municipio, con el valor socio-cultural que eso conlleva".
En términos económicos, la mitad e los espacios de música en directo soportaron un descenso de entre el 65 y 80% del volumen de ingresos, y ninguna de las 14 salas sufrió una caída en sus ingresos inferior al 50% respecto a 2019.
Los espacios de cultura de Castilla y León en Vivo cuentan en 2021 con 53 trabajadores directos, un 25% inferior a los empleados existentes en 2019. Este descenso de empleos directos provocados por las consecuencias de la crisis se vio acrecentado en 2021, ya que el 36% de las salas afirma haber tenido que despedir a personal por los efectos de la pandemia durante el último año.
Al mismo tiempo que los ingresos descendieron drásticamente, las salas cuantifican en 41.500 euros la inversión que durante 2021 tuvieron que hacer para cumplir las medidas de bioseguridad.
Respecto a las ayudas económicas, el 43% no recibió ninguna ayuda de entidades locales o provinciales, el 36% tampoco recibió ayudas por parte de la Junta de Castilla y León, y las ayudas del Estado tan solo llegaron al 21% de los socios.
En cuanto a la valoración de las políticas culturales implantadas por la Junta de Castilla y León en la protección del sector privado de la música en directo, un 86% las considera como muy negativas, un siete como negativas y otro tanto prefiere no contestar. Un resultado inequívoco de la sensación de abandono y desamparo que sufren los y las dueñas de las salas de música en vivo por parte de la administración de la Comunidad.