Los elevados precios de los combustibles (hoy el barril de Brent volvía a subir un 5% hasta los 114 dólares) y la huelga de transportes están provocando estragos entre las empresas de estaciones de servicio en toda España, también en las de Castilla y León.
Así, las gasolineras de la Comunidad, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León, registran ya una caída del 55% en la facturación en lo que respecta a las de carretera, mientras que las ubicadas en entorno urbano se anotan un descenso del 30% en sus cuentas.
Un sector que reclama una bajada inmediata de los impuestos tanto de hidrocarburos como del IVA para que no se desplome aún más el consumo.
Todo ello tras conocerse que el Gobierno ha propuesto al Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) un paquete de ayudas valorado en 500 millones de euros para paliar los efectos de la subida del precio del combustible en este sector en la segunda reunión que han mantenido hoy.
Una reunión en la que no han estado los representantes que han convocado la huelga de transportes, que ya han anunciado mantendrán el paro secundado hace ya una semana.
Las ayudas anunciadas hoy por el Gobierno contemplan bonificaciones en el gasóleo profesional de los transportistas, pero sin mencionar una bajada de impuestos que ayude a autónomos o familias que también tienen que utilizar su vehículo para trabajar o para desplazarse.
"Estas medidas siguen sin solucionar el problema que hay para toda la sociedad, porque continúan sin bajar los impuestos, es un parche", informa Lorenzo Colomo, presidente de Fereclaes (Federación Regional de Estaciones de Servicio de Castilla y León), para quien la situación "es catastrófica".
Hay que recordar que los beneficios de las estaciones de servicio se desplomaron durante la pandemia, a lo que ahora se suma la actual crisis por la que atraviesa el sector.
Los precios volverán a subir en dos días
Según Fereclaes, los precios de los carburantes "aún no han tocado techo". Hoy el precio de la gasolina está en 1,8 euros el litro (cuando el 1 de enero se situó en 1,5 euros el litro), y el precio del diésel en 1,825 euros, lo que supone en este último caso 40 céntimos más que a comienzos de año, importes de los cuales el 50% son impuestos que van a las arcas del Estado.
Hoy mismo, la cotización del diésel se ha anotado un incremento de un 7%, al pagarse 75 dólares más el metro cúbico. Algo que "va a trasladarse en los precios a la hora de llenar el depósito desde pasado mañana", adelanta Lorenzo Colomo, presidente de Feraclaes.
"No podemos entender cómo el Gobierno nacional no baja de forma inmediata los impuestos a los hidrocarburos y el IVA, como han hecho en otros países como Francia, Eslovenia, Irlanda y Portugal, cuando mañana mismo, si quieren, pueden bajarlos por decreto ley".
En este sentido, Colomo insiste en que "no podemos esperar al 29 de marzo porque estamos de brazos cruzados con una caída alarmante del consumo de los carburantes".
Según el comunicado del MITMA al que ha tenido acceso este periódico, "el Gobierno se ha comprometido a que la reducción efectiva del precio del gasóleo se aplicará a partir de la entrada en vigor del Real Decreto-Ley que se aprobará el 29 de marzo, siguiendo un modelo similar al de Francia, en el que una parte de la bonificación en el precio será sustentada por el presupuesto público y otra será a cargo de las distribuidoras o comercializadoras de combustibles".
Rifirrafe con Óscar Puente, alcalde de Valladolid
En medio de la polémica y con cada vez más transportistas sumándose a la huelga, el presidente de Fereclaes mantenía un sonado rifirrafe con al alcalde de Valladolid, Óscar Puente, quien criticaba que cuando el barril de Brent bajaba, no lo hacían de la misma manera los precios en las estaciones de servicio.
Además, Colomo insiste en que "hace más de tres semanas que hemos solicitado una reunión con la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, para trasladarle nuestra situación, pero seguimos sin tener respuesta".
"Con su antecesor en el cargo, Javier Izquierdo, siempre mantuvimos una buena relación y un alto nivel de interlocución, que por desgracia no vemos en la actual representante del Gobierno en Castilla y León", añade Colomo.
El incremento en los precios de los carburantes "está obligando a la gente a restringir el uso de su vehículo" tanto para trabajar como para desplazarse habitualmente, lo cual está provocando que las estaciones de servicio estén ahora mismo "de brazos cruzados".
Una crisis que se suma a la que las estaciones de servicio venían arrastrando desde que se desató la pandemia, con el correspondiente desplome del consumo de carburantes, y que ha supuesto que "el 80% de estas empresas estén ahora mismo en pérdidas".