Generarán energía limpia suficiente para abastecer a una población equivalente de más de 190.000 hogares al año y evitarán la emisión a la atmósfera de 115.600 toneladas de CO2 anuales.
El director de Construcción de Iberdrola Renovables, el burgalés Rafael García Rocha, destacó a Ical que contará con un importante componente local, ya que empleará empresas de obra civil, mano de obra, transportistas, suministradores de materias primas (áridos, hormigón, acero, prefabricados, etc.), grúas, medios auxiliares, etc., así como la promoción de proveedores industriales. Se prevé que en períodos punta de trabajo se vinculen al proyecto hasta 350 trabajadores.
De hecho, tendrá también una visión autonómica. Las nacelles se ensamblarán en la planta de Siemens Gamesa en Ágreda (Soria) y las multiplicadoras de los aerogeneradores, de cinco y seis megavatios, se fabricarán en Lerma (Burgos). Asimismo, distintos proveedores regionales y nacionales se encargarán de producir diferentes componentes, como las torres de los aerogeneradores.
Se trata de uno de los nuevos proyectos eólicos que Iberdrola avanza en Castilla y León, donde opera ya más de 1.600 megavatios en cerca de 60 parques. En total, de renovables suma 5.100 megavatios, lo que sitúa a la Comunidad con más potencia 'verde' instalada por la compañía.
García Rocha justificó la necesidad de aumentar la capacidad de producción y de cubrir cada vez más cantidad de demanda con renovables, sobre todo debido al “complejo” sistema eléctrico y su “intermitencia”. “Se trata de que la cantidad de megavatios hora que se pueda cubrir con renovables sea máxima, como hace Iberdrola”, sostuvo en declaraciones a Ical.
Cientos de empleos locales
También resaltó que la construcción de un parque eólico de 100 megavatios puede involucrar hasta 200 personas en obra en periodos de punta de trabajo. En este sentido, destacó que la construcción de estas instalaciones renovables cuenta con un importante componente local, tanto de proveedores industriales como por la involucración, en períodos punta, que se eleva a más de 1.200 trabajadores por ejemplo en plantas de 500 megavatios.
En este sentido, García Rocha ensalzó que una de las “señas de identidad” de Iberdrola es la búsqueda de empleados locales. De hecho, más del 90 por ciento de los operadores de los parques eólicos y de los puestos indirectos creados durante la explotación proceden de los municipios donde se ha desarrollado la instalación.
En cuanto al perfil universitario que demanda la compañía se incluyen ingenieros civiles, eléctricos y mecánicos; expertos en medioambiente, arqueología seguridad y salud, calidad y otros perfiles técnicos. Mientras, los operadores de construcción buscan perfiles especializados en ejecución de obra civil, instalaciones eléctricas y en montaje de aerogeneradores.
Contratista local
García Rocha insiste en que en cualquier zona en la que Iberdrola construye parques de renovables la obra civil siempre se procura contratar con empresas locales, como ocurre en este caso con la burgalesa COPSA, que aportará varias decenas de empleados que se encargarán en primera instancia de la creación de los caminos, que tienen unos requisitos técnicos “muy complejos”, ya que han de soportar el tránsito de transportes especiales cargados con palas de más de 70 metros y cabezales de hasta 60 toneladas. Y todo ello, intentando minimizar el impacto medioambiental.
Pedro García, responsable de la firma, recuerda que en los últimos años su empresa se ha especializado en el sector de las renovables -alrededor del 70 por ciento de su facturación proviene de él-. En este caso también se encargará de las cimentaciones -500 metros cúbicos de hormigón y 60.000 kilos de acero-, de la instalación de la red de media tensión y de la subestación eléctrica.
“La construcción de estos proyectos renovables es muy positiva, no solo para las empresas, sino para el entorno, ya que se calcula que cada millón invertido se convierte en 12 o 14 puestos de trabajo y en ingresos significativos para propietarios y ayuntamientos”, explicó a Ical.
Sobre la colaboración con Iberdrola, cree que “unidos se llega más lejos, abordar proyectos más ambiciosos y abrir nuevos mercados”. Iberdrola ha ejercido un importante efecto tractor para COPSA, pues gracias a la eléctrica la empresa burgalesa ha dado el salto a Brasil. “Estamos evolucionando porque es un grupo muy exigente. Desde que trabajamos con ellos somos mucho más eficientes. Colaborar con Iberdrola nos obliga a perfeccionarnos, competir más y amplía el área de nuestro trabajo”, resalta.
Por último, asegura que COPSA aporta “flexibilidad” en los proyectos de construcción que ejecuta con Iberdrola, trabajadores locales, como en el caso de Iglesias y Buniel, donde la mayor parte de la plantilla es de localidades cercanas, y un trabajo técnico “muy especializado”.
Compromiso por Castilla y León
El también burgalés Luis Acebedo, site manager del proyecto de Iberdrola Renovables, comenta que con este proyecto la firma “refuerza su compromiso” con Castilla y León, que se consolida como un centro relevante de desarrollos renovables en el ciclo inversor de la compañía a 2025. Solo en la provincia de Burgos ha construido recientemente o desarrolla más de 550 megavatios entre siete parques eólicos, dos plantas fotovoltaicas híbridas en tramitación en Ballestas y Casetona y el que será su primer proyecto fotovoltaico en Castilla y León, la instalación de Revilla-Vallejera, que contará con una potencia de 50 megavatios y que supone una inversión de 32 millones.
El plan de inversión de Iberdrola en Castilla y León prevé la instalación de 1.800 megavatios ‘verdes’ en los próximos años, acción con la que “continúa avanzando en su estrategia de sostenibilidad, basada en la electrificación de la economía y orientada a la lucha contra el cambio climático y la creación de riqueza y empleo en las comunidades donde opera”.
De esta manera, Acebedo destacó que los pueblos “emergen como garantía de futuro con numerosas iniciativas en torno a principios ‘verdes’ que impulsan su actividad y a su población”. Es el caso, prosiguió, de los pueblos castellanos y leoneses rodeados por parques eólicos, que se suman a otros proyectos cercanos que Iberdrola está impulsando y que contribuirán a una recuperación sostenible de la crisis y permitirán crear empleo local.
Además, la compañía trabaja en iniciativas que conjugan la instalación de proyectos renovables con la conservación de la diversidad biológica de los ecosistemas, “cuidando flora, fauna y patrimonio natural”. Por último, este proyecto cuenta con la interacción de la compañía con la Universidad de Burgos, otras universidades y centros educativos autonómicos, incentivando y promoviendo la colaboración entre las instituciones públicas con la empresa privada, “lo que permite un mayor conocimiento, estudio y entendimiento de las diferentes técnicas empleadas en la generación de energías renovables -visitas a instalaciones, charlas divulgativas, etc-.”