La crisis de los semiconductores sigue lastrando la producción de las factorías de Renault en Palencia y Valladolid. Una plantilla que lleva ya casi un año en ERTE tras desatarse esta falta de suministro producida, sobre todo, por el cuello de botella que se formó tras abrirse de nuevo todos los mercados al mismo tiempo tras la reanudación de la actividad durante la pandemia.
En este sentido, la comisión de seguimiento del ERTE en Renault se ha reunido hoy con la dirección de la empresa para actualizar las previsiones de trabajo para el mes de abril de 2022 en las factorías de Montaje, Motores y Carrocería en Valladolid y Palencia. Y las perspectivas son la que son: sin microchips, no pueden seguir fabricando, por lo que la multinacional adapta los turnos a la producción prevista. Todo ello siempre en el corto plazo, lo cual obliga a continuas planificaciones ante la escasez de estos semiconductores.
Así, a las paradas ya anunciadas por este periódico para la factoría de Montaje Valladolid anunciadas para los días del 11 al 13 de abril, se plantea ahora parar también la semana del 25 al 29 de abril.
De la misma forma y por el mismo motivo, la factoría de Palencia y líneas concatenadas de Carrocerías, además de parar los días ya anunciados del 11 al 13 y el día 18 de abril, está previsto que tengan que volver a hacerlo los días 22 y 25 de abril.
Además, en la factoría de Motores la línea del motor diésel K9 trabajará normalmente, pero el resto de líneas pararán los días 11 y 12 y la factoría completa parará el día 13 de abril.
PERTE de semiconductores
El sector de la automoción se ha visto especialmente afectado por la actual crisis, obligando a parar sus producciones en toda España. En este sentido, el presidente del Gobierno anunció el pasado lunes en el foro Wake Up Spain! impulsado por EL ESPAÑOL, un nuevo PERTE de microchips y semiconductores dotado con 11.000 millones de euros.
El objetivo será situar a nuestro país a la vanguardia en el progreso industrial dentro del contexto de la transformación digital permitiendo que empresas de este sector se instalen en nuestro país y evitar así la dependencia con respecto a otros países que hasta la fecha son proveedores de estos semiconductores.
La crisis de los chips y la desatada tras la invasión de Putin en Ucrania está haciendo que la Unión Europea repliegue velas en favor de la localización de empresas dentro del marco de los 27, que evite el desplome de las economías a través de sectores estratégicos como el de la automoción, que en Castilla y León supone casi el 25% del PIB, o el agroalimentario.