La Comunidad cuenta con dos parques tecnológicos operativos, en Boecillo (Valladolid) y León, a falta de la puesta en marcha del centro de Burgos, aunque la evolución de los existentes es diferente. No en vano, el parque de Boecillo perdió el año pasado un 5,5 por ciento de empresas, al pasar de los 91 existentes en 2020 a los 86 con los que cerró el año pasado. Además, la caída es mucho mayor en comparación a 2007, cuando el número de compañías alcanzaba las 103. Por el contrario, el complejo de León ha mejorado sus números, al aumentar las empresas un 14,3 por ciento a lo largo de 2021, hasta las 40. Una cifra que es muy superior a las 26 registradas hace cuatro años.
El informe sobre la situación económica y social de Castilla y León en 2021 del Consejo Económico y Social (CES), recogido por la Agencia Ical, subraya que las cinco empresas menos que están asentadas en Boecillo no ha afectado al conjunto del empleo del parque, ya que el número de trabajadores se mantiene en los 3.500. En concreto, solo se han perdido seis trabajadores, hasta los 3.501.
Por lo tanto, las compañías innovadoras de base tecnológica que continúan su actividad en el parque han aumentado sus plantillas para compensar la pérdida de empleos que se produjo con el cierre de cinco empresas en 2021. El propio CES aseguró que la evolución de las cifras de empleo es positiva. “Un menor número de empresas sostiene más puestos de trabajo”, aseveró.
Pese a que hay un menor número de compañías en el recinto vallisoletano, el empleo duplica con creces el existente en el parque tecnológico de León, que suma 1.620 trabajadores. Y eso que el empleo el año pasado en el complejo aumentó aumentó un 16 por ciento, al contar con 224 trabajadores más. Con respecto a 2017, las plantillas de las empresas se han disparado un 62 por ciento, ya que hace cuatro años el parque apenas contaba con un millar de empleos.
Centros tecnológicos
Además, Castilla y León mantuvo el año pasado su red de centros tecnológicos compuesta por el Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL) de Burgos, el Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (CTME), el Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec), Cidaut y Cartif en Boecillo, Air Institute y Centro Tecnológico de Cereales de Castilla y León (Cetece) en Valladolid, Cesefor en Soria, Centro internacional de materiales avanzados y materias primas (IcamCyL) en León y el Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario (Itagra) en Palencia. A ellos, hay que sumar el Instituto Nacional de Cieberseguridad (Incibe), ubicado en León, que es de titularidad estatal.
El personal que trabaja en estos centros tiene un perfil especializado y de alta cualificación, lo que garantiza un empleo de calidad clave para fijar población en Castilla y León. Los datos recopilados por el CES señalan que el 62,8 por ciento de los trabajadores de estos centros es titulado superior. La cifra de empleo en centros tecnológicos continúa su tendencia al alza de los últimos años, con un diez por ciento más de trabajadores respecto a 2020, hasta alcanzar la cifra de 682. Además, hay un aumento del empleo a tiempo completo (+9 por ciento) y más acentuado a tiempo parcial (+18 por ciento), así como en el número de becarios (+23 por ciento).
En lo relativo a los proyectos en desarrollo, ascendieron a 573 en 2021, una cifra un 12,1 por ciento más alta que la contabilizada en 2020. Las subvenciones obtenidas de las diferentes administraciones contribuyeron en gran medida a estos aumentos. En concreto, las otorgadas por la Junta aumentaron de forma muy considerable (+87 por ciento) respecto a 2020, al igual que las concedidas por el Estado (+75,5 por ciento). Por el contrario, las ayudas europeas cayeron un 4,5 por ciento en el último año.
El CES destacó en su memoria que a finales de 2021, la Junta de Castilla y León aprobó una subvención de 581.000 euros para la creación de la Asociación de Red de Centros Tecnológicos de Castilla y León, que en sus primeros años de andadura va a contar con el apoyo, tutela y cofinanciación del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE). El objetivo de la asociación trabajará para impulsar los ámbitos estratégicos de la Comunidad en materia de I+D+i en coordinación con la administración autonómica, con el objetivo de contribuir a la generación de conocimiento y su transferencia a la sociedad.