Habrá despidos en las plantillas de las empresas familiares de Castilla y León en 2023. Y todo ello, a pesar de que, según el informe presentado hoy por EFCL (Empresas Familiares de Castilla y León), se trata de sociedades que son moderadamente optimistas con respecto al cierre de sus respectivos ejercicios este año.
Así lo ha reconocido hoy Pedro Palomo, presidente de EFCL en la presentación de la primera radiografía estadística que se elabora sobre este tejido productivo de la Comunidad, que lo conforma el 90% de todas las sociedades.
Además, y en alusión a la polémica que envuelve a patronal y sindicatos con la Consejería de Industria a cuenta del Diálogo Social, Palomo ha recomendado que "no se toque mucho aquello que ha funcionado durante 30 años y menos con los tiempos que vienen".
El informe presentado hoy por EFCL pretende obtener una radiografía concreta de cómo es el tejido productivo de este sector en Castilla y León para poder así abordar con mayores garantías de éxito las medidas que permitan mejorar sus resultados y enfrentarse al incierto escenario económico actual.
Sostenibilidad y sucesión de las empresas familiares son los pilares bajo los que se sustenta el informe que Empresa Familiar de Castilla y León ha elaborado y que supone el primero que de forma rigurosa expone cuál es la sociología de este tejido productivo, que aglutina a casi 49.000 empresas familiares (es decir, con más de un trabajador) en la Comunidad.
Unas sociedades que representan el 66% del PIB de Castilla y León y generan el 73% de todo el empleo privado.
"El rigor estadístico de este estudio permitirá establecer las recomendaciones más concretas provenientes de las empresas que mejor están soportando la crisis" y que sirvan de ejemplo para el resto, ha indicado Palomo.
El presidente de EFCL ha añadido, además, que este informe se trasladará a la Junta de Castilla y León para que se dé continuidad a la actividad económica de este 90% del tejido productivo de la Comunidad.
Uno de los principales problemas de estas empresas es su escaso dimensionamiento, dado que menos del 1% tienen más de 250 trabajadores, mientras que en Alemania, por ejemplo, la cifra alcanza el 4% del total.
La solución a este déficit, según Eduardo Estévez, director de EFCL, pasa por "fomentar medidas para la creación de empresas, pero hay que hablar más de procurar el crecimiento de las medianas que ya tenemos, porque su capacidad para crear empleo es mayor que las de nueva creación", explica Estévez. Todo ello pudiendo "acceder a condiciones de crédito más ventajosas y potenciando la sucesión dentro de la empresa familiar para solucionar los asuntos internos que hacen que muchas se pierdan por el camino".
La mayoría, sociedades limitadas
El tamaño de las empresas familiares es pequeño. Más de la mitad tienen menos de diez trabajadores, lo cual supone un dato muy relevante para abordar qué recomendaciones, tal y como señala Eduardo Estévez, director de Empresa Familiar de Castilla y León.
La mayoría tiene entre 11 y 25 años de edad, "por lo que era fundamental conocer este dato porque necesitarán abordar pronto el relevo generacional". Sin embargo, el 72% de las empresas que han sido objeto de este estudio, sin embargo, no tiene previsto cómo afrontar ese relevo generacional.
Más del 83% de estas empresas tienen a los miembros de su familia en los puestos de gestión. No obstante, casi el 70% de ellas considera positivo ser empresa familiar. Entre las mayores preocupaciones de estas sociedades se encuentra garantizar la supervivencia de la empresa y el mantenimiento del empleo.
Cómo perciben la crisis
El 70% pronostica un crecimiento de su empresa, aunque frágil, y pese a las actuales circunstancias económicas. De hecho, hay mayor optimismo en las empresas familiares respecto a cómo van a cerrar la facturación de este ejercicio (con cifras similares o incluso algo por encima que las del año pasado), con respecto al resto de sociedades. Sin embargo, el informe detecta que el ritmo de las nuevas contrataciones se está ralentizando debido a la incertidumbre de los mercados
El coste de las materias primas y los costes energéticos siguen siendo el gran quebradero de cabeza de las empresas familiares encuestadas en Castilla y León.
El reto es conseguir que se dimensionen "para que lleguen a ser más competitivas", ha señalado Estévez. El 85% se encuentran entre primera y segunda generación por lo que "en los próximos cinco o diez años nos jugamos la continuidad de muchas empresas familiares de Castilla y León".
Por ello, Estévez ha señalado la importancia de formar a las empresas dado que sólo el 15% accede a esta formación y sólo el 11% conoce las ventajas fiscales que existe para la empresa familiar.
Sólo el 20% de las encuestadas tiene prevista la sucesión, por lo que hay que "implementar mecanismos de protocolo de relevo generacional", ha añadido.