La empresa Aceros Roldán, filial de Acerinox, ha anunciado que hace efectivo el ERTE anunciado ya el pasado mes de marzo en su fábrica de Ponferrada (León), y que afecta a 400 personas, prácticamente la totalidad de la plantilla.
Las ayudas que esta misma mañana anunciaba el Ministerio de Industria para las electrointensivas de Castilla y León, por un importe de 5,2 millones de euros, no han llegado a tiempo para evitar lo que Aceros Roldán ya negoció con los sindicatos hace ocho meses.
Detrás de este ERTE, que comenzará a partir de esta misma semana y se prevé se extienda hasta comienzos del año que viene, se encuentran los altos costes de la electricidad durante todo el año (con máximas de 700 euros/MW/h) y la caída en la demanda.
Un paro que será "progresivo y que comenzará desde esta misma semana para prácticamente toda la plantilla, excepto algunos puestos de administración y mantenimiento", según ha indicado a este periódico Miguel Ángel Arias, presidente del comité de empresa de Aceros Roldán.
"Velaremos porque se cumplan todos los puntos de este Expediente Temporal de Regulación de Empleo, entre los cuales se encuentra que se garantiza el 85% del salario de los trabajadores", comenta Miguel Ángel.
Se da la circunstancia de que Acerinox comunicó el pasado mes de febrero haber cerrado el ejercicio 2021 con una facturación un 44% mayor que el año anterior, hasta los 6.706 millones de euros, y un Ebitda de casi mil millones de euros (un 158% más). Un dato que el presidente del comité de empresa de Aceros Roldán explica porque "las fábricas del Grupo en España no están teniendo los resultados que esperaban, mientras la de EEUU sí que está funcionando bien".