El municipio leonés de La Robla ha dado un paso más en el proceso de desmantelamiento de la que fuera uno de sus símbolos industriales, su central térmica.
Así, y tras haber volado ya las dos chimeneas, Naturgy ha derribado hoy la caldera del Grupo II de esta central térmica de ciclo convencional, alimentada por carbón, acorde con la política de descarbonización aprobada por el Gobierno de España.
Un paso más en el proceso de desmantelamiento de esta central, de la que Naturgy espera poder recuperar y reciclar aproximadamente 8.800 toneladas de acero así como unas 180 de otro tipo de metales, según informan fuentes de la propia compañía.
La demolición de este gigante de 83 metros de alto y cerca de 9.000 toneladas de peso acerca ya el proceso de desmantelamiento al 68% del total, al cual Naturgy ha destinado ya 220.000 horas.
Todo ello en el mismo día en que la Junta de Castilla y León ha decidido paralizar por el momento la demolición de las cuatro torres de la central térmica de Compostilla, también en León, prevista para el próximo 1 de diciembre, para estudiar la posibilidad de que declararlas Bien de Interés Cultural. Todo ello en plena polémica por la crisis energética y la política de demolición de estas centrales en favor de la descarbonización.