Eva Driessen deja de ser desde hoy la presidenta de Switch Mobility Iberia "por motivos personales", tal y como han indicado a este periódico fuentes de la compañía.
Un anuncio que ya adelantó hace seis meses EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León y que supone la salida de la mano derecha del que fuera CEO de Switch, Andrew Palmer, por lo que la compañía deberá formar un nuevo equipo ejecutivo en los próximos meses.
Se da la circunstancia de que Palmer fue el primero en salir de la compañía angloindia el pasado 4 de noviembre, también "por motivos personales", para hacerse cargo de la dirección ejecutiva de Inobat, otro de los grandes proyectos anunciados el año pasado y que prevé instalar una fábrica de baterías eléctricas en Valladolid.
La dimisión de Eva Driessen se produce exactamente cuando estaba prevista dado que tras el anuncio de su salida del Grupo, la ejecutiva debía permanecer aún seis meses en su cargo "por lo que no se está produciendo nada que no sea lo que estaba ya anunciado", indican estas mismas fuentes.
Casi un año de retraso
Tras anunciar Switch Mobility en 2021 su decisión de levantar en Valladolid una fábrica de autobuses eléctricos con una inversión de cien millones de euros y una previsión de creación de 7.000 puestos de trabajo (2.000 directos y 5.000 indirectos), la compañía indicó que los primeros autobuses fabricados en esta planta saldrían al mercado en octubre de 2022. Una fecha que posteriormente el propio Andrew Palmer retrasó hasta marzo de este año, si bien finalmente este hecho sigue sin producirse.
Lo cierto es que, a pesar de que Switch ha materializado la compra de los terrenos donde se ubicará esta planta, adquiridos a la Cooperativa Acor en Soto de Medinilla el año pasado por cinco millones de euros, y de que se tramitó rápidamente la licencia municipal para su levantamiento, la planta sigue sin edificar. Un proyecto declarado de interés regional por la Junta de Castilla y León con un compromiso de ayuda de siete millones de euros a la que habría que sumar otro millón de euros más de las arcas municipales.
Todos estos atrasos han generado cierta polémica e inquietud en una ciudad que ha visto cómo esta fábrica continúa sin ser una realidad a pesar de las constantes apariciones y declaraciones tanto de las autoridades como de la propia compañía que aseguran que el proyecto sigue adelante.
La empresa filial de Hinduja Group tenía previsto, además, levantar un centro de I+D+i en Valladolid para sumar al porfolio de autobuses eléctricos la fabricación de vehículos de transporte de la generación 5, montaje de baterías y furgonetas. Nada está edificado aún, si bien fuentes de Switch insisten en que "los retrasos no significan en absoluto que el proyecto no siga hacia delante".
Tras perder la alcaldía el pasado 28 de mayo, ya no será con Óscar Puente con quien se reunirá en la próxima ocasión el actual CEO de Switch, Mahesh Babu, sino ya con el nuevo regidor de la capital vallisoletana, que si todo sigue su curso, será el candidato electo del PP, Jesús Julio Carnero.
Está previsto que Mahesh Babu regrese de nuevo a Valladolid el próximo mes para reunirse con el nuevo alcalde de la ciudad y otras autoridades, a fin de retomar la implantación de la fábrica.
Sin embargo, ya no queda nadie del equipo que formó Andrew Palmer en su día tras la salida de Eva Driessen, por lo que el CEO de la angloindia deberá reclutar una nueva ejecutiva para su proyecto en Valladolid tras producirse, además, la salida de los ingenieros que estaban contratados por Switch en la ciudad. Un hecho que se produjo, según la propia compañía, por la "ausencia de trabajo" ante el retraso en el comienzo de las obras. El informe favorable del Ministerio de Fomento para el inicio de las mismas llegó el pasado 17 de agosto.
Grupo Hinduja continúa su proceso de expansión
La compañía a la que pertenece Switch Mobility, la india Grupo Hinduja, es uno de los mayores fabricantes de autobuses eléctricos del mundo aunque también abarca otras actividades como la banca, finanzas, químicos o la energía.
Presente en 38 países, se trata de un gigante que quiere expandir su presencia en la UE, consciente de que el Green Deal se marca como objetivo la neutralidad climática para 2050 y la prohibición de vender vehículos de combustión e híbridos más allá de 2025, que exigirá nuevas plantas capaces de fabricar transporte público y privado libre de emisiones.
Así, ayer mismo, el prestigioso diario ET Auto, publicaba que el primero de los cinco nuevos modelos que Switch prevé fabricar en 2024 será un autobús eléctrico con destino al mercado europeo y que esperan poder sacar ya a la venta en enero. Sin embargo, no hay una sola mención a la fábrica de Valladolid.
La estrategia de Switch pasa por instalar en la ciudad del Pisuerga su base de operaciones en Europa con el fin de fabricar autobuses con el volante a la izquierda (en su fábrica de Reino Unido van a la derecha) y hacerse con buena parte del pastel que supone la obligación de descarbonizar el transporte público (además del privado) en los 27 países de la Unión.