Cascajares ha vuelto a resurgir de sus cenizas. Un trágico 26 de enero se incendiaba una de las fábricas más importantes de España, famosa por sus capones navideños. Las llamas comenzaban a las 03:00 horas de la mañana y con ellas se iban 30 años de historia.
La localidad palentina de Dueñas no se lo podía creer y los trabajadores miraban con desesperación cómo ardían dos de las naves ubicadas en el polígono industrial. La estampa se teñía de color negro. "Se ha destruido la fábrica por completo y no hay que lamentar daños personales, pero sí, todos materiales. No queda nada, solo la fachada", afirmaba el dueño de Cascajares, Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, el día de la tragedia.
Sin embargo, estaban “más fuertes que nunca” y así lo han demostrado durante estos meses de arduo trabajo. Y es que hoy, 2 de octubre, el color ha vuelto y, con él, las sonrisas por parte de todos. Cascajares lucía de una forma especial con la inauguración de unas instalaciones más modernas y seguras.
Ocho meses después, todos los trabajadores y miembros de la empresa de productos alimentarios, se agolpaban frente a la nueva fachada para sonreír ante lo que supone un nuevo inicio. Así lo anunciaba Alfonso Jiménez en declaraciones a los medios de comunicación.
“Es un día muy bonito, precioso. Hace ocho meses prometí que en tiempo récord volveríamos con fuerza”, comenzaba Jiménez. Del mismo modo, aprovechaba para dar las gracias a empleados y clientes. Y es que vuelven con una grandísima noticia -más allá de haber podido recuperar su fábrica- que es el convertirse en la fábrica de platos preparados “más moderna de Europa” gracias a una inversión de 12 millones de euros.
Recordaba el dueño de Cascajares que aquel trágico 26 de enero se quemó todo menos “dos grandes cosas” que son el equipo humano y la marca. Una marca que hoy ha vuelto a lucir en la nueva fachada, intacta, pese a las llamas.
El objetivo que se marcan es poder volver a “crear empleo y riqueza en Castilla y León y Palencia”. Además, con estas nuevas instalaciones tienen tres veces más capacidad que la antigua. En la anterior fabricaban un millón de kilos y con esta lograrán hasta tres millones.
De cara a la época navideña se han fijado dar cerca de 700.000n cenas de navidad. Y es que desde hoy arrancan “poco a poco” para poder llegar a tiempo con “calidad y seguridad alimentaria”.
Cuando ocurrió el incendio, había 74 trabajadores que han conseguido mantener durante estos meses. Y es que en tan solo 10 días ya estaban funcionando con una fábrica en Valladolid. Jiménez tiene claro que quiere crear empleo. Y ha agradecido en esta inauguración a las instituciones por el apoyo que le han suministrado y haber hecho posible “el milagro”.
“Somos optimistas y positivos. No creíamos que nos podía pasar, pero cuando ocurre lo tienes que asumir”, lamentaba. Del mismo modo que mandaba un mensaje de ánimo a aquellos empresarios que pasan por la misma situación: “Hay que estar preparados por si llega el momento. Es importante tener un plan de contingencia para que a ningún trabajador le pase nada. Eso es lo más sagrado de nuestra empresa, los trabajadores”.
Por ahora, mantendrá la fábrica de Valladolid hasta principios de 2024 para llegar a esas 700.000 cenas de Navidad previstas. “Vamos a mantener las dos fábricas para no fallar”, aseguraba.
Cascajares vuelve a nacer, resurge de sus cenizas con más fuerza que nunca y celebra que, en tan solo ocho meses, puede volver al mercado con sus famosos capones preparados para las próximas cenas navideñas.