Diez años cumple la Cofradía de la Virgen de la Esperanza. Una década de vida desde que el desaparecido obispo Gregorio Martínez Sacristán aprobara los estatutos fundacionales de la Cofradía, en reconversión de la que fue Sección de Damas de la Cofradía de Jesús del Vía Crucis. Y ni la alerta sanitaria ha evitado que en esta lluviosa mañana, La Esperanza sea la protagonista absoluta.
Las monjas del Convento de Santa María la Real de las Dueñas han hecho sonar con fuerza las campanas del Monasterio del barrio de Cabañales para recordar a la Virgen de la Esperanza, que hoy más que nunca tiene que estar en la memoria de todos sus fieles. De hecho, multitud de vecinos del barrio han teñido de verde el lugar colgando de sus balcones el estandarte de su Virgen, a la que hoy no podrán ver pasear desde el Convento, por el Puente de Piedra y hasta la Catedral de Zamora.