Solitarios: Cortázar
0. Leemos-pensamos-reflexionamos sobre los escritos y las biografías-vidas de otras personas, para aprender-aprehender en algo el oficio del vivir. Quizás el oficio más difícil y que casi nadie nos enseña, o que no sabemos vivirla, o mejor dicho, la vivimos conociéndola a media. Cuándo entramos en los escritos-vida de un escritor genial, que se debió merecer el Nobel como Cortázar, cuándo entramos en ella, pues diríamos que encontramos nuevos cristales, nuevos reflejos en el caleidoscopio enorme de la existencia, de la existencialidad y de nosotros mismos y de todos. Aquí unas pequeñas notas, qué más se puede intentar en un pequeño artículo.
1. Julio Florencio Cortázar, Bruselas, 1914, + Paris, 1984. La diferencia de un escritor o artista o científico social o natural o filósofo, la diferencia con cualquier persona que no tiene esos oficios, es que los primeros, nos narran algo de nosotros mismos, dejándolo en un medio permanente, sea escritura o cuadro o artículo científico, y nos narran algo de ellos mismos, algo de la naturaleza. Y las personas que no se dedican a esos oficios o profesiones, no hay diferencias con los primeros, narran aspectos de sus vidas y de sus pensamientos a amigos o conocidos o familiares o hijos, pero no lo dejan escritos. Necesitamos que alguien nos cuente algo, nos deje en algo, medianamente intemporal, algo de sí y de nosotros y de la naturaleza, para poder comprenderla, sea en forma de composición musical, sea en forma de teatro, sea en una fórmula matemática, sea… Pues eso fabricó Cortázar, algo de su mundo, algo del mundo, al final, como todo ser humano un ser de carne y huesos que rodea un misterio-enigma. Aquí mi pequeño homenaje, darle algo, aunque sea póstumamente, de alguien que tanto hemos aprendido el siglo que terminó y los siglos venideros que quedan, sin negar sus luces y sus sombras, como todo ser viviente:
- Empecemos por una pregunta: ¿Qué es lo real, qué es lo imaginario, qué es la ficción, qué es lo fantástico, que es el ser, qué es el vacío…?
- ¿Por qué tantas personas que se dedican a las artes, tienen tanta tristeza-melancolía-angustia-pena? ¿Qué les lleva a las artes, a la literatura, su carácter o su genética de fondo o su ambiente, o todo un conjunto de realidades, es diríamos antes la personalidad-carácter-circunstancias-ambiente y después es la obra, el producto? ¿Es ver-sentir, otros mundos, interiores, dentro de esos individuos, pero no poder plasmarlos, no saber que hacer con ellos, y demasiados, aunque plasmen algo, jamás son reconocidas sus obras, sean del arte que sean, con lo cual, se amplifican sus tristezas-penas…? (Consejos a artistas, de alguien que conoce algo de este mundo desde hace décadas, jamás caer en errores morales, que antes se denominaban pecados capitales. Este creo es el mejor y mayor consejo que se le puede dar, a alguien que empieza, a alguien que está en medio, a alguien que ya termina pronto de dar sombra en este mundo. Mejor es fracasar como artista o científico o filósofo o escritor o…, que encima, arrastrar una desvirtud moral-psicológica, con enormes consecuencias negativas, en uno mismo, en los descendientes… Cómo decía, un escritor, no recuerdo su nombre, “solo tenemos un cerebro hay que cuidarlo correctamente”).
- Cortázar tomo como metáfora-paráfrasis-símbolo el boxeo.
¿Quizás, entendió que la vida es una lucha, lucha interior y exterior, entendió que era una forma de superarse a si mismo, al menos conceptualmente, comprendió que era una manera de comprender al pueblo, aunque un escritor sea pueblo, puede estar alejado, en muchos temas de la sensibilidad general, fue un camino iniciático de búsqueda, al menos conceptual, teórica…?
- Posiblemente el artista, no todos, pero la mayoría se ponen al límite del equilibrio psicológico-físico, quizás, intentan llegar con su arte, y la concepción teórica de la existencia al límite, ellos o ellas mismas son la materia de su investigación. Estos caminos son muy peligrosos, a mi modo de ver, la salud física y psíquica y moral y espiritual, está por encima, muy por encima, que encontrar-realizar una obra de arte genial-maestra, que sea alabada por los siglos. Los artistas y otros especialistas, quieren pasar a la historia, quieren alcanzar la fama en sus respectivos campos, quieren dejar demasiada huella-impronta-sello-signo-marca, y a mi modo de ver, caen, demasiados en la vanidad-soberbia-engreimiento-desesperación, y muchos en estados que rozan la enfermedad, en mayor o menor grado, en nuestro caso, parece ser que Cortázar, en una época-tiempo, suponemos corta, “llegó a pensar, o buscar, cucarachas en el plato de su comida”. Cosa-hecho-idea que puede ser un gran aviso para caminantes-navegantes-viajantes por el mundo, sea cual sea el oficio de cada uno…
- Todo Occidente, quizás toda civilización desde la noche de los tiempos, solo tiene un fundamento-pilar esencial, la “libertad de conciencia-pensamiento-expresión-publicación”. Esto es lo que permite que existan investigaciones-creaciones a y en todos los campos, y eso es lo que permite, que vaya la humanidad descubriendo nuevos conceptos-ideas-sugerencias en todos las ramas-actividades legales y morales, desde la tecnología, a la biología, a la medicina, a las artes, a la política.
Cortázar, creo que entendió este principio, aunque lo materializase-conceptuase de otra manera-forma-palabras-metáforas, en forma de literatura.
Lo lamentable, es que en todos los lugares-culturas-ideologías se habla de libertad, pero en todos o en casi todos, se les pone demasiadas cortapisas. Salvo en Occidente, debemos defender lo que somos, que sin negar sus sombras, todavía sigue siendo el lugar ideológico, dónde la libertad real y conceptual es más extensa. Cosa que los mismos occidentales y los mismos europeos no somos conscientes de lo que tenemos. El mismo pueblo, y yo soy pueblo, no somos conscientes de la enorme riqueza que tenemos con tener la enorme cantidad de libertad que disponemos en multitud de campos-áreas-actividades-temas-cuestiones. Somos ricos en libertad, sin negar que tengamos que seguir creciendo.
- Parece ser que Cortázar jamás dejó de escribir, quizás jamás dejó de observar-pensar y por tanto, todo ello le obligaba constantemente a escribir. Quizás, entre todas las pasiones-infiernos-paraísos que los humanes llevan en esta vida, la de escribir no sea la peor, la de observar-pensar-escribir o construir algo, algo que denominamos arte. Aunque la inmensa mayoría de las producciones, de cientos de miles de autores, quizás millones, duerman en los cajones, ahora, en los fondos de los estómagos de los ordenadores.
¿Por qué esa necesidad, casi ilimitada de escribir, de realizar o construir una obra, sea en música, en literatura, en gastronomía, en matemáticas, en física teórica, en emprendimiento económico, en…, que tiene el ser humano, la humanidad, nuestra especie?
- Siempre recuerdo un hecho, que Cortázar valoraba enormemente la obra de Borges y viceversa. Y esto es importante, porque aunque estaban situados en polos ideológicos diferentes, se honraban entre sí y sus obras. Cosa que en la Piel de Toro o Celtiberia o Hispania o Ibería o España deberíamos aprender-aprehender, recordar-decir-programar-enseñar. Porque, debemos aceptar, que se quedan demasiadas personas en las cunetas, simplemente, por diferencias ideológicas, sin valorar suficientemente sus producciones. Creo que Borges y Cortázar nos dan un ejemplo a imitar, entre otros…
- Para terminar, a veces, me hago la pregunta, qué nos habría contado su gata Flanelle, un ser vivo, dicen, que no racional, de la última estancia de Cortázar, en este vivir en la tierra. Me pregunto algunas veces, entre medias risas y medias seriedades, qué nos habría contado de la persona, del escritor, del pensador, del observador Cortázar y de todos los que pasaron por ese apartamento parisino… Al final, nos guste-disguste, toda vida es un misterio, sea la de un ser humano, sea la de una gata… Y también, que nos habría contado Cortázar, el hombre-escritor-observador-genio de un animal, de esta gata, si la leucemia no se lo hubiese llevado a hacerse polvo y tierra. Sin negar que exista o pueda existir la Trascendencia Eterna.
2. De Cortázar podríamos llenar de palabras, cientos de páginas de papel-ordenador, cientos, en las que cabrían escribir con letras de tinta y bits de diferentes colores y grises. Como todo ser humano, con sus claridades y sus obscuridades. Pero Cortázar es un ser humano con humanidad, creo que este adjetivo-calificativo-substantivo, es más importante-esencial, que decir, que era un genio con aciertos-desaciertos. Aquí, aquí mi pequeño homenaje… Queda ya, en usted, introducirse en el palacio de su obra literaria.