Creaciones: El Libro Rojo de Jung
El Libro Rojo de Jung, es un libro-manuscrito, escrito y pintado o con ilustraciones de Jung, realizado entre 1914-1930, y se considera por algunos las bases o fundamentos de toda su teoría psicológica y psicoanalítica. Dicha obra, que parece ser para Jung era el eje central de todo su pensamiento, no fue publicado hasta el 2009, es decir, casi cincuenta años después de fallecer el autor.
¿Pero no cabe duda, aunque consideremos este libro, ciencia psicológica o solo literatura o filosofía o arte o mitología actual o una combinación de todo?, ¿esta obra, nos enfrenta a nosotros mismos, es como un espejo que nos plantea que somos, que somos en verdad, que deseamos ser en verdad, qué hay en lo más profundo de nuestros deseos-pasiones-pulsiones-libidos, que somos en definitiva?
Es obvio y evidente, que nadie crea que en este humilde artículo le voy a dar la solución, porque entre otras cosas, creo que Jung tampoco la encontró, pero si podemos hallar algunas trazas, que nos pueden, con sosiego y moderación y prudencia y racionalidad, dar ciertas claves, o lo que antes se denominaba “ampliar nuestros horizontes”, siempre que lo tomemos con correcta moralidad y correcta conceptualización. No exageremos, ni para un lado, ni para otro. Para mí escribir un artículo es una enorme responsabilidad, en algunos temas, aún más, porque siempre te equivocas, o te quedas largo o corto, pequeño o grande. Tengan piedad con el escribidor.
Carl Gustav Jung, 1875, Keswil, Suiza, + 1961. Kusnach, Suiza. No podemos sintetizar en un modesto artículo, todas las ideas de Jung, tanto en psicología, ni en psicoanálisis, ni tampoco en este libro que estamos comentando, pero si podemos, al menos realizar unas pequeñas catas, que nos podrían inducir-deducir algunos pensamientos:
Cierto es que como todo psicoanálisis, se mueve, según algunos en una de las tendencias de las ramas sociales, de la psicología, según otros, el psicoanálisis, es meramente literatura, y en el mejor de los casos, filosofía. Pero sea lo que sea, es y ha constituido un movimiento cultural subideológico que ha tenido una enorme importancia en multitud de campos, de la realidad sociocultural del siglo veinte, desde la medicina, psicología, psiquiatría, criminología, arte, literatura, estética, filosofía, antropología, ética, etc. Nos guste o disguste, el hombre y mujer de hoy, no se entenderían, aunque no lo sepan, sin la influencia del psicoanálisis, y sin la mención especial a Jung.
En muchos sentidos Jung, intentó entrar en aspectos psicológicos y psiquiátricos y culturales, más allá de Freud, y más allá de la tendencia ortodoxa del psicoanálisis, no solo del estudio de las religiones o del arte o artes, sino de la parapsicología, de multitud de actividades, que no se consideran ciencia, ni saber, pero que reflejan algo del ser humano.
La gran obsesión de Jung, que refleja claramente en este libro es entrar-introducirse-conocer el alma humana, pero lo profundo del alma humana, lo esencial. Quizás, podríamos resumir, casi toda su actividad en comprender-entender, toda esa alma humana, no solo analizando el sistema onírico, o el lenguaje artístico, o las religiones, sino todo lo que caía, diríamos en sus manos, que pudiese tener relación con ese tema.
Para muchos, también para mí, me cuesta trabajo aceptar, que tenga visos de realidad, aunque si tenga un enorme valor simbólico o parabólico o metafórico, el concepto de “inconsciente colectivo”. Podemos admitir, que es obvio y evidente, que en cada sociedad-cultura-civilización-ideología-religión, existen elementos comunes que se van transmitiendo de unos a otros. Pero eso ocurre también en toda familia, que va transmitiendo, diríamos, en general, una serie de ideas, concepciones, incluso heridas-traumas semiconscientes e inconscientes. Una serie de temores-deseos-anhelos, en parte conscientes, en parte, no conscientes.
Hay un tema o cuestión, que a veces, queda inadvertida, que se podría plantear del siguiente modo; ¿buscamos las palabras o las imágenes o los conceptos en el interior?, ¿lo que nos mueve o remueve de dentro y dentro y en dentro, son imágenes, sean imágenes en forma de conceptos, imágenes en forma de palabras, imágenes en forma de enunciados lingüísticos?, ¿y estos nos llevan a lo profundo de la cultura humana, a lo profundo de las pasiones-deseos-pulsiones humanos, a lo profundo de nosotros mismos, a lo profundo individual y a lo profundo colectivo, al famoso, “inconsciente colectivo, al inconsciente, a los arquetipos, a lo simbólico…”?
Esta obra, formada por 205 páginas, tamaño folio, en las que 71 páginas son texto escrito, 53 páginas son imágenes, 81 páginas son combinaciones de ambos. Hoy, desde el punto del arte plástico, podríamos denominar un libro de artista a esta obra, o una especie de versión de libro iluminado de la edad media. Textos medievales escritos, por lo general, religiosos y simbólicos y literarios, con imágenes.
Pero esta obra, no es solo una obra de arte plástico, que a mi entender lo es, sino que es, sobretodo una introspección y análisis muy profundo de Jung, sobre sí mismo, de Jung sobre la cultura humana, de Jung sobre el mundo.
Pudo, en una etapa de su vida, el mismo Jung parece indicar, según su propia interpretación atravesar una crisis psicológica profunda, algunos la tildan, incluso psicótica grave. Quizás esta obra, de alguna manera, le ayudó a superarla, o quizás a conceptualizarla. Quizás, volvamos al arte, como función y finalidad de curar, o al menos menguar los estados alterados de conciencia negativos, de autoconocerse el individuo, de aliviarse-sosegarse-curarse.
Quizás, debamos aceptar que bucear en los mundos más interiores de uno mismo, sea por parte, de una persona utilizando alguna de las ciencias sociales, no solo la psicología, sino el resto, o las religiones-teologías-espiritualidades-místicas, o sea el arte o alguna de las artes, pone al mismo ser humano al borde de si mismo. No todos pueden soportar esa tensión.
Quizás, demasiados seres humanos, se ponen en el límite-borde de ese abismo-laberinto-círculo-encrucijada. Y se ponen a sí mismos frente al “paredón”. No es por azar, sino por causalidad y azar, cuántas personas, que se dedican al arte y artes, que fracasan o tienen éxito en su actividad vocacional o no vocacional, acaban teniendo dependencias tóxicas, en distinto orden y en distinta temática y temáticas.
Jung, utilizada el método de análisis, que el indicaba, que cuándo pensaba o imaginaba o le venía a la conciencia una imagen, sea en estado de semiconsciencia, o de consciencia, no dejaba que se le olvidara hasta que no entendía por qué le había venido del inconsciente o de la no conciencia a la conciencia.
O dicho de otro modo, cuándo le venía un recuerdo o una emoción o una idea o una pulsión, modestamente entiendo, intentaba analizar, por qué en ese momento le había venido esa imagen o deseo o concepto o palabra o recuerdo. De tal modo, que con ese método, intentó utilizarlo para profundizar en si mismo, y en lo común, que todos los seres humanos tenemos o podemos creer tener o disponer… Lo que denominó “imaginación activa”.
No podemos obviar, olvidar un aviso, muchas personas se pierden en los mundos de la sensualidad, en los mundos de los materialismos, en los mundos de los hedonismos, pero también, muchas personas se pierden-autodestruyen en los mundos de la mente-alma-espíritu. Muchas personas acaban en grupos que son claramente patológicos, en algún o algunos sentidos. Quizás, Jung, nos enseña también esa lección, existen muchos peligros-tentaciones-abismos en los mundos del espíritu, en los mundos del alma, en los mundos del interior.
Muchas personas se pierden en ellos, caen en abismos y en laberintos y en espirales de los que después les resulta difícil salir. Vemos, somos conscientes, como una persona se destroza si cae en la lujuria, en la ebriedad, en la avaricia y en mil defectos psicológicos morales, pero somos pocos conscientes, que en nombre de grandes ideas e ideales, del autoconocimiento más profundo, hay personas, que durante siglos, se han perdido, quedando en situaciones sociales, personales, afectivas, económicas, que podríamos decir, que son patológicas, claramente patológicas, en un sentido o en muchos.
Aviso para caminantes. Sean ustedes prudentes, tanto en los mundos de la carne-cuerpo, pero aún más en los mundos de las ideas-ideologías-culturas, y desde luego aún más en los mundos del alma-psique-mente-espíritu. Tengan cuidado porque muchos que predican la liberación y la salvación, en muchos sentidos, lo único que hacen, es esclavizar aún más el cuerpo y la mente y el alma de las personas.
Mejor es vivir, una vida rutinaria y modesta, con moralidad, sin grandes descubrimientos, sin grandes experiencias, pero una vida normal, que no caer en laberintos de grupos con multitud de fines, ninguno bueno. Sean prudentes, Jung, en Jung podemos aprender esta lección, o inconscientemente nos avisa de estos peligros… cuántas personas se han quedado por los caminos, cayendo en grupos e ideologías, que les prometían la salvación, la paz, la liberación interior, basándose en supuestas tradiciones de milenios, y después han quedado varados en sus propias vidas, en la cuneta de su propia historia…
Sin que nadie se rasgue las vestiduras, y sin menoscabo del profundo respeto que tengo a Jung, debo reconocer, que algunas ideas, parecen surgidas, más bien de estados alterados de conciencia, y no son puramente, análisis racionales psicológicos o al menos, puramente ortodoxos sobre la conciencia humana, ni sobre la profunda esencialidad del alma-psique-mente-cerebro humano.
Pero si, podemos admitir, que fue una de las personas que más ha intentado entrar en lo que somos, no solo en lo que decimos o creemos ser, sino en lo que somos. Otra cosa, es que los resultados a los que haya llegado, sean totalmente ciertos o verdaderos o verosímiles, y por tanto, admisibles, por el saber ortodoxo de la humanidad.
O dicho de otro modo, que muchas cuestiones, conceptos, símbolos, imágenes, son más bien del campo de la creación literaria-simbólica-metafórica-mitológica, y son menos del campo de la ortodoxia científica psicológica, incluso dando a este último término una interpretación muy ancha, unos límites muy amplios.
Aquí mi homenaje. Porque esta obra se lo merece, a veces, un gran proyecto cultural, como éste, se merece, el máximo respeto por los demás seres humanos, aunque no haya salido perfecto el edificio, pero si el intento.