Internet, las redes sociales y los iletrados
Desde la distancia, desde las lejanías, allende los mares y las montañas se puede conocer, al instante, cualquier noticia o comunicación que nos interese, además de lo que te llega a través de los distintos y variados canales de nuestros dispositivos. La foto de la nieta, el selfi (autofoto en español) familiar o de amigos; el plato de gambas que nos estamos comiendo y se la enviamos en foto al whatsapp del cuñado para que “sufra” y se j… en fin…
Y viene todo ello a colación porque durante estas vacaciones de Semana Santa he visto colapsado el móvil, en algunos momentos, tras recibir ingente cantidad de información, además de la que yo buscaba. Un lío. Pero así está montado este tinglado que mueve miles y miles de millones de euros. Gracias a ello he recibido información puntual, sobre todo fotografías, de la Semana Santa de mi pueblo (Villarrobledo) a través de villarrobledodiario.com; de las dos Medinas, de Zamora, Salamanca y Valladolid a través de noticiascyl.com, y de cientos de usuarios del “feisbuk” y del “guasap” que además te asedian, nos asediamos, con el último chiste político o sexista, que de todo hay. No se libra ni el Tato…
Internet es una maravilla y nos permite, repito, conocer lo que pasa en nuestro mundo en unos minutos a través de los medios digitales y de las redes sociales. Antes era la radio y la tv la que informaba en el acto (salvo raras excepciones), pero ahora los medios de los que disponemos son realmente asombrosos y maravillosos. Y por si faltaba algo, además de Facebook, Twitter, Instagram, etc. (así hasta 30) llegó el “guasap” y gratis….
Y resulta que todo esto arrancó en el año 2003 con el joven norteamericano Mark Zuckerberg, estudiante de la Universidad de Harvard, quien junto a otros compañeros crearon y fundaron este sitio web de redes sociales que, originariamente, se creó como un espacio para que los alumnos de dicha universidad pudieran intercambiar una comunicación fluida y compartir contenido de forma sencilla a través de Internet. Fue tan innovador y exitoso su proyecto que con el tiempo se extendió hasta estar disponible para cualquier usuario de la red.
Tras unos años de éxito arrollador en Estados Unidos y países de habla inglesa, a mediados de 2007 se lanzaron las versiones en francés, alemán y español lo que supuso que en octubre de 2014 Facebook lograra 1350 millones de usuarios y traducciones a 70 idiomas.
El 9 de abril de 2012 se anunció que Facebook adquirió Instagram por 1000 millones de dólares. En febrero de 2014 los responsables de Facebook anunciaron la compra del servicio de mensajería móvil WhatsApp por 16000 millones de dólares.
Son, sin duda, cantidades desproporcionadas que nos suenan a chino y que han enriquecido, merecidamente, a este puñado de audaces innovadores americanos (quienes si no). Pero su creación, su esfuerzo y su constante perfeccionamiento nos permiten conocer y disfrutar de unas herramientas y unas aplicaciones que jamás habíamos pensado. Es o no es una maravilla.
Un decadente general portugués, cargado de medallas, se ponía delante del espejo y se decía: “Eu mesmo me asombro” (yo mismo me asombro). Pues yo también me asombro, salvando las distancias con el general, al conocer y disponer de las nuevas tecnologías. En mis tiempos de corresponsal de La Voz de Albacete, años 70, (que tampoco son tantos) las fotos que hacíamos se enviaban junto al texto de la crónica por Correos, y la noticia, en condiciones normales, se publicaba en el diario a los dos o tres días. Había excepciones urgentes que requería enviar la crónica a través del teléfono, mientras que el carrete de las fotos viajaba en el tren más inmediato, vía maquinista en propia mano previa gratificación. Lo que leen.
Y ahora ese esfuerzo, de no hace tantos años, se plasma en un instante con los medios actuales desde el mismo lugar de los hechos. ¡Hasta mi nieta Lola, con apenas tres años, es capaz de encontrar el “CantaJuegos” en el móvil de su madre y “Pepa Pig” en el iPad que unos amigos le han regalado, además de enredar en el teclado y llamar a cualquier contacto de la agenda!
Sin duda a la profesión periodística, y a los propios medios, les ha venido de perlas estas herramientas y aplicaciones.
Pero tanta facilidad para intercambiarnos comunicación nos está llevando a unos extremos que resultan, a veces, insolentes y alevosos para el buen uso y costumbre del vocabulario y, sobre todo, de la ortografía. Y es que apenas leemos: "La ortografía se puede mejorar dedicando más tiempo a la lectura”.
Hay una frase de Valdano referida al fútbol que se puede trasladar perfectamente a las redes sociales: “Internet es tan generoso que permite la expresión de iletrados”.
Pues eso…