Opinión

Homenaje a la Guardia Civil: Gratitud es la memoria del corazón

11 mayo, 2017 20:58

“La gratitud, consecuencia inmediata de la caridad, y brota expontánea en el corazón de los hombres buenos, como las flores en cuidado jardín y las hierbas en fértil prado...”, son palabras de un oficial de la Guardia Civil a finales del siglo XIX. Sin lugar a dudas la gratitud es la memoria del corazón.

La Guardia Civil española, arranca el 13 de mayo de 1844, y tiene una historia brillantísima. Durante sus 173 años de historia continuada, ha ido adaptándose a todos los regímenes establecidos en la historia de España, sin alterar su denominación, por lo que se puede considerar a la Guardia Civil el cuerpo policial de carácter nacional más antiguo de España.

El II Duque de Ahumada, D. Javier Girón y Ezpeleta, nació en Pamplona. Hijo del general Pedro A. Girón, como militar prestó a España distinguidos servicios, y participó en brillantes hechos de armas, hasta que siendo teniente general recibió, el 15 de abril de 1844, el encargo oficial de fundar el Cuerpo de la Guardia Civil. El RD de creación fue sancionado por Isabel II, en 13 de mayo de ese mismo año.

El lema de la Guardia Civil es: «El Honor es mi Principal Divisa», extraído del artículo 1º del Reglamento para el Servicio escrito por su fundador, que literalmente dice: «El Honor es la principal divisa del Guardia Civil. Debe, por consiguiente, conservarse sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás.» y que refleja el espíritu que rige al Instituto y la cualidad más valorada por el mismo. En su artículo 2º: “El mayor prestigio y fuerza moral del Cuerpo es su primer elemento; y asegurar la moralidad de sus individuos, la base fundamental de la existencia de la Institución”. El honor es fundamental a la hora de servir a los demás.

Este alto concepto del Honor debe entenderse, según la propia doctrina de la Institución, más como "la cualidad moral que lleva al más exacto cumplimiento de los deberes", es decir, como sinónimo de honestidad y honorabilidad, que como etéreo concepto calderoniano «... al Rey, la hacienda y la vida se ha de dar, pero el Honor es patrimonio del Alma, y el Alma solo es de Dios”.

Popularmente llamada la Benemérita, forma parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, junto con el Cuerpo Nacional de Policía. La Constitución, en su artículo 104, le fija «la misión primordial de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de los españoles y garantizar la seguridad ciudadana, bajo la dependencia del Gobierno de la Nación». Dada su naturaleza militar, sus componentes tienen la consideración de militares de carrera, y el Cuerpo tiene encomendadas también misiones de carácter militar, descritas en el Real Decreto 1438/2010.

Para cumplir con el cometido que la constitución le encomienda, entre sus principales competencias se encuentran velar por el cumplimiento de las Leyes y disposiciones generales, mantener y restablecer, en su caso, el orden y la seguridad ciudadana, prevenir la comisión de actos delictivos, investigando los delitos para descubrir y detener a los presuntos culpables así como de manera exclusiva le compete la vigilancia del tráfico en las vías públicas interurbanas —salvo en Cataluña y el País Vasco—, el transporte interurbano de presos, la seguridad de infraestructuras como puertos y aeropuertos de interés general, la seguridad y vigilancia de las fronteras y las costas, así como todo lo relativo a la normativa sobre armas y explosivos.

Realiza sus competencias en todo el territorio nacional y su mar territorial a excepción de las capitales de provincia y en los términos municipales y núcleos urbanos que el Gobierno determine que le corresponde al Cuerpo Nacional de Policía, así se puede encontrar a la guardia civil en núcleos rurales como en núcleos urbanos de gran población.

La Guardia Civil por su cercanía y servicio a los ciudadanos es también uno de los cuerpos de las Fuerzas Armadas consciente de la necesidad de fomentar en España la Cultura de Defensa. Es un ejemplo para enseñar los valores morales que encierra y  practicarlos. Para entender el significado de la cultura de defensa hay que conocer lo más hondo del oficio de soldado, cuyo origen es el patriotismo, desde donde arrancan los valores morales del soldado, entre ellos el mayor afán de servicio. La Defensa en términos militares no consiste solo en defenderse de un peligro. Consiste más bien en vivir para servir, respetando la historia de los que generación tras generación han construido nuestro país.

Hay unos valores, que se recogen también hoy, en la cultura de defensa, y una única conciencia de España, que conforma su soberanía e independencia, junto con la integridad territorial y el ordenamiento constitucional. La cultura en los ejércitos es el culto a unos principios que desde los inicios regularon su actividad. Desde siempre los ejércitos han rendido culto al valor y honor, a la dignidad del hombre y al respeto de sus derechos, además del mayor servicio que se puede prestar a su país. Todas las ordenanzas y reglamentos que regulaban los Ejércitos y Armadas están basados en principios morales que han llegado intactos a nuestros días a pesar de los cambios producidos en la sociedad.

La Guardia Civil, siempre tan valorada, ha sabido siempre recibir la gratitud de los ciudadanos por su labor, y ha permanecido fiel a su historia y pasado, es consciente de su presente y está preparada para el futuro: el mayor y mejor servicio a los ciudadanos.