Intrigas, tramas urdidas a lo largo de la geografía española, discurso del miedo, medios de comunicación y dirigentes históricos y regionales en contra de Pedro, en contra de la militancia.

Han sido más de nueve meses de tensión, de impotencia y de dolor entre las filas socialistas. Los compañeros se tornaban en “los nuestros” y “los otros”. Ayer, al fin, se alzó ese “poder de la militancia” que muchos decían no representaba a la candidatura de Pedro Sánchez. A la vista de los resultados de las primarias, queda claro que Pedro ha ganado en todas las Comunidades Autónomas a excepción de Andalucía y País Vasco, y se erige como el militante que la militancia eligió.

Patxi López trasladó su felicitación al Secretario General, se puso a disposición del partido para salir adelante y dijo “Hoy es el día de Pedro”.

La candidata andaluza Susana Díaz no pronunció el nombre del que ya es su Secretario General, ni tuvo el valor de felicitarle en persona. Con su habitual soberbia, y a pesar de perder en todas (menos dos) las Comunidades Autónomas, parecía haber ganado tras anunciar que los resultados en Andalucía le habían dado como ganadora.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué ha ganado Sánchez contra todo pronóstico? La respuesta es sencilla, el conocido como “aparato”, acostumbrado a controlar el PSOE, creyendo que los militantes no tenían criterio propio, que tras nueve meses iban a olvidar el derrocamiento del Secretario General, y la abstención al PP de la corrupción, se equivocó.

Ese aparato que apoyaba a la candidata del “100% PSOE” que finalmente no llegó al 40%, se equivocó, por la sencilla razón de que no conocen esta sociedad, no conocen lo que está pasando en la calle, no están conectados con la problemática que se vive en nuestro país, y con él, nuestro propio partido. No lo saben, porque desde los despachos es difícil escuchar la voz de los militantes, simpatizantes y ciudadanos.

La militancia socialista ha hablado, han dicho de nuevo que quieren a Pedro Sánchez como Secretario General, que están cansados de esas tramas e intrigas de siempre.

Anoche, la ilusión, la esperanza de un nuevo futuro de la socialdemocracia, de un partido demócrata, renovado, y conectado con la sociedad y sus problemas, comienza su andadura.

Dicen que la victoria la ha conseguido Pedro Sánchez “sin nadie”, pero debemos corregir tales afirmaciones, porque lo ha hecho impulsado por las bases del PSOE, esas que han depositado toda su energía, esfuerzo y sobre todo ilusión en un modelo de partido del siglo XXI.

La militancia socialista me ha recordado esa frase de Galeano que dice “Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”, desde anoche, el mundo de la socialdemocracia ha ganado, y lo ha hecho de la mano de la militancia socialista, no del aparato estatista y continuista. Ahora toca remar en la misma dirección.

La única autoridad en el PSOE es la militancia