maria_gomez_garcia_opinion_noticiascyl_sanidad

maria_gomez_garcia_opinion_noticiascyl_sanidad

Opinión

Vientres de alquiler

15 julio, 2017 16:52

El partido de Ciudadanos se ha erigido como defensor de la mal llamada Gestación Subrogada alegando la necesidad que tienen algunas personas para ser padres, demostrando, una vez más, su falta de valores  argumentando hipócritamente el altruismo y generosidad  de las mujeres gestantes, cuando la mayoría de ellas recurren a esta práctica por falta de dinero. El verdadero objetivo de la regulación no es otro que el comercio y negocio que mueve todo lo relacionado con los vientres de alquiler, aprovechando la obsesión de muchas personas por tener un hijo  o por  dejar su legado genético.

A la Gestación Subrogada se tiende a definirla con sutiliza, utilizando eufemismos que ocultan la cruda realidad que va acompañada de dolor, sufrimiento y miseria de muchas mujeres; por lo tanto, deberíamos llamar a las cosas por su nombre y hablar de vientres de alquiler, porque las mujeres, a través de contratos mercantiles, son utilizadas como máquinas para fabricar hijos, donde el cliente puede elegir las características genéticas de la donante a través de un catálogo y donde las empresas compiten en precios que pueden ir desde los 150.000 euros en Estados Unidos a los 10.000 de Ucrania. Son embarazos a la carta con diferentes modelos de contratos. Se pueden encargar uno o dos fetos con el consiguiente descuento, y si la mercancía no conviene existe  el derecho a devolución, quedando la decisión en manos de los padres-clientes; es decir, si el niño viene con anomalías es el cliente el que decide si la mujer aborta.

¿Por qué Ciudadanos no habla  de los riesgos que corren las mujeres con estas prácticas? no sólo desde el punto de vista psicológico-social sino de las consecuencias que tienen sobre su salud debido a la hiperestimulación hormonal a la que son sometidas para mantener el embarazo, además de las complicaciones asociadas desde embolias a preeclampsia o riesgos de contraer cáncer.

Si partimos de la base que la venta de órganos en el sistema español está prohibida y que sólo permite la donación entre personas vivas sin consanguinidad bajo condiciones muy estrictas, ¿por qué Ciudadanos se empeña en poner precio a un ser humano y regular el vientre de las mujeres con beneficios económicos? De hecho exige una renta mínima para la mujer gestante. Son nuevas fórmulas de explotación de la mujer  que prostituyen su cuerpo y la someten a la propiedad privada. Como muy bien argumentan muchas feministas, ser madre o padre no es un derecho sino un deseo, y satisfacer este deseo no justifica los medios. Debemos saber hasta dónde llegan los límites.

Afortunadamente el Comité de Bioética de España ha analizado todos los aspectos éticos y jurídicos sobre ésta técnica haciendo una propuesta a nivel internacional para promover un marco regulatorio que prohíba los contratos de gestación en garantía de la dignidad de la mujer y del niño. Me satisface que el PSOE en su 39 Congreso se posicionara contra los vientres de alquiler y se comprometiera a no abrazar ninguna práctica que pretenda socavar los derechos de las mujeres y las niñas. Podemos y el Partido Popular tampoco apoyan esta iniciativa de Ciudadanos.

Por convicción quiero manifestar mi profundo rechazo a esta técnica y me gustaría que si esta propuesta llega al Congreso sea derrotada. También espero que el verano y el calor hagan que las cabezas de los miembros de Ciudadanos se relajen y busquen estrategias que beneficien a las personas y que no atenten contra la dignidad de las mujeres.