Se nos va Morante. Se va un referente del toreo
“Me voy del toreo, los presidentes y veterinarios me han aburrido, el toro tan grande que sale hoy va en contra del toreo de arte, ya no puedo más”…
Así, con estas palabras y en tono de tristeza y melancolía, se despidió del toreo Morante de la Puebla tras una gris actuación en El Puerto de Santa María, plaza donde se anunció en un mano a mano con Julián López El Juli que cortó cinco orejas y un rabo a un toro de vuelta al ruedo de Santiago Domecq. Morante cosechó dos silencios y bronca en sus tres toros. Tres Cuvillos y tres de Santiago Domecq se lidiaron ayer tarde en la Plaza Real.
El día anterior en San Sebastián, el diestro de La Puebla del Río fue silenciado en su primero y pitado en su segundo con toros de Zalduendo, cuyo propietario es su apoderado el mexicano Bailléres; aunque es su amigo Antonio Barrera quien le acompaña y lleva la gestión taurina del diestro sevillano.
Bilbao, Almería, Palencia, Valladolid, Murcia y Salamanca son las fechas que tenía contratadas hasta final de temporada y que, obviamente, quedan vacantes en los carteles para desilusión de los muchos morantistas que siguen a este genio del toreo. Un genio, sin duda, que ha elegido el peor momento de la temporada para irse de esto del toro. Y sin Manzanares….
Morante llevaba toreadas 22 corridas de toros hasta ayer, con un total de 21 trofeos conseguidos y, salvo en plazas de tercera (Illescas, Baeza, Arévalo) y una de segunda (Jerez) que ha cortado doble trofeo, en el resto ha pasado de puntillas; sobre todo Sevilla donde actuó cuatro tardes en su feria abrileña. Y Madrid, que al final se decidió a actuar porque, por fin, equilibraron el ruedo venteño tal y como había venido pidiendo años….
En su página web se puede leer: es el gran exponente del arte del toreo, faenas más creativas, toreo de inspiración, personalidad mística, un torero de época, historia viva de la Tauromaquia, etc. Nadie duda sobre estos adjetivos que destacan sus redactores, y qué comentan sus seguidores y no seguidores. Porque cuando Morante se encaja con un toro da gusto ver como maneja las telas y con qué sentimiento torea.
Pero que Morante diga que la culpa de su retirada es de los presidentes, de los veterinarios y del toro grande no se lo cree nadie. Cuando uno atraviesa un mal momento, sobre todo los toreros, lo mejor es tomárselo con calma y, una vez finalizada la temporada, decidir qué hacer en la siguiente y ver si la mente y el cuerpo necesitan un descanso.
Con treinta y tantas corridas de toros que iba a despachar Morante esta temporada es para encontrarse a gusto, sin apreturas, sin esos viajes diarios, viajando de noche, de plaza en plaza y sin descanso. No, Morante llevaba unas cuantas temporadas que se lo toma con filosofía bajando la presión a la que son sometidos los toreros; una presión que acabó con problemas psicológicos tras la encerrona de Las Ventas en 2004.
Con esta son tres retiradas las que ha protagonizado Morante y las tres han tenido una gran repercusión en los estamentos taurinos. Pero en esta ocasión es más grave para la Fiesta porque falta Manzanares, y los carteles de las grandes ferias de agosto y septiembre quedan huérfanos.
Lo decía en Mundotoro, el medio que recogió su decisión: “me voy por tiempo indefinido”. Además de culpar a los presidentes y veterinarios insistió sobre los novilleros: “lo peor son los novilleros, porque son los que más están padeciendo esta sinrazón”
Nos queda la esperanza de sus palabras finales: “puede ser que algún día vuelva a los ruedos”. Ojalá y esta decisión sea una rabieta pasajera.