Se celebró la sexta Marea Blanca salmantina y fue acompañada por más de 6000 personas que se manifestaron por las calles de Salamanca desafiando al frío para defender, una vez más, la sanidad pública y reprobar la política sanitaria del Partido Popular. Tanto el Consejero de Sanidad de Castilla y León, el Gerente Regional y la Gerente del Complejo Asistencial de Salamanca siguen mintiendo, repitiendo consignas, inventando cifras y falseando deliberadamente los datos. Pero la verdad se revela tozudamente y pone de manifiesto su actual nivel de incompetencia para seguir gestionando  adecuadamente la sanidad pública de nuestra Comunidad y Provincia.

Que el Complejo Asistencial de Salamanca tenga los peores datos de toda Castilla y León respecto a las listas de espera quirúrgicas, consulta de especialistas y pruebas diagnósticas, no es casualidad, sino fruto de una estrategia para descapitalizar el sistema sanitario público de nuestra provincia y relegar al Complejo Hospitalario de Salamanca a una posición secundaria y perder su posición actual de prestación de servicios de cuarto nivel que requiere de una estructura especial. Poco a poco se introducen nuevas formas de gestión para dar entrada a empresas privadas de todo tipo que venden, a bombo y platillo eficiencia y eficacia, cuando en realidad lo único que las mueve son intereses económicos. Desgraciadamente esto conlleva un deterioro intencionado y consciente contra de la sanidad pública que en muchos casos pone en grave riesgo la salud de las personas.

Tenemos miles de motivos y argumentos para salir a la calle; llevamos demasiado tiempo en situación de peligroso deterioro de nuestro sistema sanitario público, la falta de planificación y previsión ha sido sustituida por improvisaciones y ocurrencias que nos ha llevado a usuarios y profesionales a situaciones de grave impotencia que está repercutiendo en la calidad sanitaria. La provincia de Salamanca ha manifestado a través de sus mareas blancas el rechazo político, social e institucional de las políticas sanitarias de la Junta de Castilla y León, concretamente a su Consejero de Sanidad Antonio Sáez Aguado ante la preocupante ineptitud para resolver los problemas  además de su incompetencia política

Tratar de desmovilizar la marea blanca, utilizando todos los medios a su disposición, con declaraciones falsas y  politiquería barata, en el fondo no  hace otra cosa que poner de manifiesto su torpeza política. Decir que en los últimos años se han creado 90 puestos de trabajo en la sanidad salmantina, es una provocación inaceptable cuando en realidad se han perdido más de 300 puestos de trabajo y se han precarizado aún más las condiciones de los trabajadores. Está claro que el Consejero está perdiendo la dignidad a marcha acelerada por el solo afán de permanecer a toda costa en su cargo. Es lamentable e indecente que el Consejero de Sanidad Antonio María Sáez Aguado y el Alcalde de Salamanca Alfonso Mañueco estén utilizando la sanidad pública como moneda de cambio para venganzas personales y políticas; es el momento de hacerse a un lado y renunciar a sus cargos ante la incapacidad moral para seguir ejerciendo sus responsabilidades políticas.

Se necesita una intervención urgente ante este esperpéntico espectáculo y poner al frente de la Consejería de Sanidad una persona que sea capaz de hacer política con respeto, diálogo y consenso.