Son solo encuestas
Números, rayas, líneas de colores, encuestas hechas al amor de la diversidad política actual, nunca antes vista. La entrada de dos partidos con cierta relevancia o poderío a este país ha hecho de las encuestas una información administrativa menos aburrida, antes siempre tenían los mismos colores, los del bipartidismo: azul, rojo y alternando; algún rojo más a la izquierda, más colorao, tanto, como para disimular la vergüenza de tornarse morado por dinero.
Las encuestas tenían una paleta de color pobre, muy pobre la de tiempos atrás, roja o azul, no había más donde elegir.
Ahora los sondeos simulan a la caravana ciclista, la serpiente multicolor de cualquier vuelta y cada una de esas encuestas parecen etapas de una carrera electoral con junio 2019 como meta.
Cuántas etapas (encuestas) llevamos y cuántos sprints se han producido para que el color del líder sea naranja? Qué equipos han dejado de serlo y cuáles nunca lo han sido? Hay algunos que, en mi opinión, se han presentado a esta carrera con un “equipo de equipos”, me viene a la mente aquello de nación de naciones.
Como en el ciclismo, la carrera es larga y en este caso la electoral en disputa es larga. Muchas etapas, muchas encuestas, y el color naranja sale liderando la carrera demasiado pronto. Mucho tiempo para el desgaste que solo puede evitar un buen equipo que trabaje en grupo -que rodee al líder, que lo salvaguarde del resto del pelotón, de las corrientes de aire que lo ralentizan y lo desgastan prematuramente- sólo así se llega a la meta.
Otro problema latente es el que afecta a todos los partidos, y es que no se sabe si la carrera ha comenzado. Una carrera larga, extensa, de algo más de un año que se tornará interminable para unos por su veteranía y para otros por no tener equipo.
Y esto es así por que existe un elemento que altera el normal devenir de los procesos electorales anteriores, los que se celebraban en las fiestas del bipartidismo, y es que ahora hay un partido “Ciudadanos (Cs)” que puede expulsar a uno del gobierno y al otro de la expectativas de obtenerlo.
Antes, si no gobernaba uno, gobernaba el otro. Pero ya no, porque lo que puede suceder es que gobierne “aquel”.
Y en esta carrera no podía faltar una etapa reina de montaña con subidas y bajadas que desgastan sobre todo a los que van solos, sin equipo. Hablo de la etapa reina: La catalana, etapa no de pájaras sino de pajaros.