En plena polémica por un master NO HABILITANTE realizado, o no, por Casado, hace más de 10 años, aparece, de forma descarada, que la mujer de nuestro presidente del gobierno es contratada, con un puesto ad hoc, por el Instituto de Empresa.

El problema de Casado es que le “regalaron” un master siendo cargo público y en función de su cargo (art. 422 del Código Penal) y, por ello, está teniendo que acreditar que él realizó los trabajos que le fueron requeridos y que no fue un regalo o dádiva, buscando y rebuscando los mismos y llegando incluso a tener que guardar un portátil que tenía en aquella época y ponerlo a disposición de los Tribunales. Pues bien, parece que la señora de nuestro presidente sí que recibe un “regalo”, en forma de puesto de trabajo, en una entidad que lo hace en función de su cargo y que genera la posición para ella, pero no parece que ni nuestro presidente, ni la oposición, tenga la intención de presentar una querella contra esta señora, ni observan, siquiera fuese de forma indiciaria, la comisión de un delito. Pero, ¿a qué espera el PP  para denunciar? no, no harán nada, están ya de vacaciones o la neurona, como dice un amigo mío “que no alcanza la micra del cerebro de mosquito”, se lo impide.

Está claro que demostrar algo que sucedió hace más de 10 años, sin obligación de guardar los trabajos y sin que dicho presunto “regalo” pueda tener más relevancia que un simple adorno que pueda suponer que se hace en función del cargo que se desempeña, es mucho más grave y nuestro Ministerio Fiscal se encuentra más excitado al cumplimiento de la Ley, no digamos nuestra Judicatura que, ante un puesto de trabajo regalado, generado ad hoc para ella, por ser la esposa del Presidente del Gobierno. Y, luego dirán que la Justicia no está politizada y que todos somos iguales ante la Ley….jajaja.

Lo suyo sería que mañana, en Plaza de Castilla, se instruyeran las oportunas diligencias de investigación penal a instancia de la Fiscalía o de algún probo ciudadano, a fin de que nuestra señora presidenta acreditase su valía, la oferta y el modo de contratación que permitiese comprobar, de forma indubitada, que no es un regalo por su “cercanía” a nuestro Presidente y que el I.E. demostrase que no es una ofrenda, que no recibirá trato de favor alguno, ni subvención, ni dinero público por ello. Pero eso, seguro que no sólo no se hará, sino que, desde los adalides de la post-verdad (vamos, de la mentira y la manipulación) se argüirá que nuestra ciudadana Gómez es muy capaz y que no es un regalo; pero, al final, el “perrito sin alma”, que cada vez está más harto, lo que observará es que nos tratan como si fuéramos mierda sólo útil para que cada 4 años, o no, validemos su posición y, luego, se preguntarán por qué no les creemos y, cada día nos dan más arcadas,… ¡vaya tropa!.