Florentino Pérez no quería que le volviera a ocurrir lo de Neymar. Se fue a Brasil, pagó lo que el Flamengo pidió por un jugador de 17 años y se lo trajo. Un portento. Derroche de habilidad y condiciones técnicas, pero una incógnita de facto. Un melón por abrir. Y un debate. Porque el bueno de Vinícius Júnior está por debutar en partido oficial con el primer equipo madridista y Julen Lopetegui ha decidido que su lugar, por el momento, es el Real Madrid Castilla.

Al menos para los partidos de casa. Vaya por Dios. Sobre todo porque es precisamente el Alfredo Di Stéfano el siguiente campo que visitará Unionistas de Salamanca. Lo hará este domingo a partir de las 12:00 con las cámaras de Real Madrid TV en directo. Buena parte de ellas enfocando a la joven perla brasileña. Después, resúmenes, noticias y tertulias en 'prime time' hablando, sí, del partido de Unionistas. Buen espaldarazo mediático, ahora que el sueño copero de recibir a un grande se ha esfumado por la gatera.

Las cuentas del club blanquinegro para esta temporada serán debatidas en pocas fechas, pero, para que se hagan una idea, la pasada temporada Unionistas contó con un presupuesto total de 450.000 euros. Cifra que, ascenso mediante, esta temporada se verá incrementada sensiblemente. Enfrente, el filial madridista contará con un jugador que, solo en sus piernas, atesora un total de 60 millones de euros. Los 40 que exigió el Flamengo, 12 que se embolsaron sus representantes y 8 más que ingresó el jugador en concepto de prima de fichaje. Lucrativo invento este último, por cierto.

Habrá quien se pregunte si no es una forma de adulterar la competición. Las Palmas Atlético y Atlético de Madrid B ya se enfrentaron al Castilla con Vinícius, mientras que el Unión Adarve, lo hizo sin él. El filial colchonero, por cierto, logró el empate pero se llevó en el petate dos golazos del brasileño. Si Lopetegui mantiene el mandato de ponerlo a jugar con el filial en casa toda la temporada, habría equidad. Ahora, si se estabiliza como alternativa para el primer equipo y deja de llevar los focos por el Di Stéfano, habría un agravio. Legítimo, pero agravio. Mala suerte.

Mientras, el Salamanca CF UDS estrena denominación. El jueves hizo público que la Real Federación Española de Fútbol ha aceptado ese nombre para el primer equipo del club que preside Carlos Martín. La foto del presidente de la española, Luis Rubiales, posando con la camiseta del Salamanca junto al director deportivo de la entidad, José María Movilla, ha sido una de las imágenes de la semana.

El controvertido mandatario de la Federación está inmerso en guerras cientos, pero no ha sido esta una de ellas. De hecho, cabía esperar un desenlace como el que se ha producido habida cuenta de la buena relación que mantienen Rubiales y Movilla. Futbolistas de la misma generación, ahora habituales de los despachos. En el seno del Salamanca UDS había el convencimiento de que se haría oficial tarde o temprano y ya pueden dar por ganada otra batalla simbólica. Una más.

En lo deportivo, saltarán al césped del Helmántico al paso por el mediodía de este domingo con una clara misión, encontrar el gol perdido. Hasta el momento, el conjunto de José Miguel Campos ha dado buenas sensaciones en cuanto al juego, pero no ha sido capaz de cristalizar más que un tanto en lo que va de temporada. Y fue con goleada en contra. Dos puntos en tres jornadas es un bagaje, cuando menos, mejorable. Veremos.