Excmo. Sr. Ministro revise su discurso
- José Guirao, me veo en la obligación de dirigirle estas líneas al observar en la prensa cómo esta se hace eco de su “critica a quienes pretenden utilizar la salida de documentos del Centro Documental de la Memoria Histórica, con sede en Salamanca, para provocar enfrentamientos entre territorios, en una actitud que ha calificado como imperdonable y no muy patriota”.
Comprenderá que, en primer lugar, y conociendo cómo usted desmiente en la prensa lo que dice en el Senado para después afirmar lo contrario, le otorgue valor de veracidad a lo indicado en la prensa que, por ahora, no se suele contradecir, para, en segundo lugar, hacerle sólo unas puntualizaciones:
1.- Por más que usted altere la denominación del Archivo Nacional de la Guerra Civil Española para enmarcarlo dentro de la nefasta legislación de la que ustedes denominan “memoria histórica”, el contenido del citado centro registral era precisamente la preservación de la documentación de la Guerra Civil española, entre la que se encontraba la documentación incautada al bando republicano, para que cualquier español pudiera acceder a él y estudiar los hechos acaecidos, teniendo como fundamento primario los documentos recuperados de la época.
Una de las formas de estudiar la historia, no la única, es el acceso a los documentos fríos y duros que se puedan conservar, evitando, de este modo, manipulaciones y permitiendo, con ello, contrastes por otros medios historiológicos que los profesionales utilizan.
2.- Sr. Guirao, del Archivo Nacional de la Guerra Civil Española, se han sustraído documentos sin la conservación digitalizada de los mismos, sin control e incumpliendo una Ley manifiestamente injusta y que lo único que busca es romper un legado documental. ¿Para cuándo deja, en cumplimiento de la Ley, su reclamación?
Del citado archivo, se han distraído documentos con un destino incierto, ilegal, no cubiertos por la Ley (que por más que injusta deberá de cumplirse mientras no sea derogada) y que deberán de ser devueltos al centro documental, por así haberlo determinado los Juzgados y Tribunales del Reino de España.
3.- Conforme a lo resuelto por el Poder Judicial, es usted, como representante del Gobierno de la Nación, quien está obligado a recuperar, para el Archivo Nacional de la Guerra Civil Española, los documentos expoliados del mismo y, el hecho de recordárselo, no supone intento de confrontación interterritorial alguna, sino el estricto cumplimento de las resoluciones judiciales, so pena de que esté dispuesto a no acatarlas o a dictar resoluciones injustas a sabiendas de su injusticia. ¿Dará usted cumplimiento a esas resoluciones sin dilación e inmediatez, o eso supone un enfrentamiento entre territorios?
4.- Si a usted le parece que no es patriótico defender la conservación de la memoria documental de España, el cumplimiento de las resoluciones juridiciales, le aseguro que su visión del patriotismo no es ni muy democrática, ni conforme a la legislación para, mucho menos, ser aceptable.
5.- Para finalizar, le recuerdo que la unidad del archivo de Salamanca estaba garantizada hasta que unos políticos insaciables, de una determinada región española, para romper la realidad documentada, fortalecer su falaz argumentario, ocultar las acciones de aquellos a los que ellos sucedieron y ensalzar en este momento, y para fracturar la unidad nacional, decidieron desgarrarlo y ustedes, los políticos cortoplacistas, con visiones manipuladoras, demagógicas y, claramente, sesgadas, apoyaron y utilizaron para obtener réditos políticos y/o económicos, por lo que, habiendo sido unos traidores a la nación, a la unidad que constitucionalmente se establece y que ustedes juraron, no parece que sea usted el más indicado para evaluar el patriotismo, ni para echar en cara el enfrentamiento interregional que ustedes mismos han alentado, favorecido y del que han obtenido su lucro y valor político. ¿Se lo podrán perdonar? Algunos de nosotros, NO.