Hubo un tiempo en que las sorayas vallisoletanas mandaban en política, vaya si mandaban! La una (Sáenz de Santamaría) vice del Gobierno y antes portavoz pepera en el Congreso de los Diputados; siempre con Rajoy. La otra (Rodríguez Ramos), de la mano de Rubalcaba, fue también portavoz del grupo socialista en el Congreso y posteriormente, con Zapatero, fue Secretaria de Estado de Cooperación Internacional.
Todo un carrerón de ambas políticas pucelanas, aunque la vice alcanzó cotas de poder inimaginables cuando, desde la Abogacía del Estado en León, año 2000, ingresó en el gabinete de Rajoy como asesora. Rodríguez comenzó desde más altura, también en el año 2000, en su calidad de Parlamentaria Europea. Antes, en 1994, Soraya Rodríguez fue Secretaria de Organización del Psoe vallisoletano.
Carreras políticas paralelas que han acabado casi a la par y de forma abrupta para ambas. En política los pasos en falso no se perdonan y el filo de la navaja está siempre al acecho para cortar pretensiones vanas...y cabezas.
El Caso de Soraya Sáenz fue llamativo porque se veía en ella a una mujer ambiciosa, inteligente, preparada, valiente y con un poder omnímodo. Era como la hija que todos hubiéramos deseado tener. Una mujer con madera de líder. Pero Soraya se aferró a un Rajoy impasible, y torpe en reaccionar, ante hechos tan relevantes como el independentismo catalán, además del encono con el aparato del partido.
Y Soraya Saénz se estrelló junto a su jefe de filas. Luego quiso reaccionar con las primarias, pero la heredera de Rajoy sucumbió ante el heredero de Aznar. La vallisoletana jugó fuerte y perdió todo. Ni rastro de ella. Lástima porque es una gran política. “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”, dijo Don Quijote.
El caso de Soraya Rodríguez, sin llegar a tanto poder político, es más típico de rabieta incontenida y de lucha por el poder dentro del partido. Todos los que apoyaron y en los que se apoyaba la vallisoletana han desaparecido en combate…político, léase Mario Bedera, Rubalcaba, Zapatero, etc. Además de que Rodríguez ha sido crítica con Pedro Sánchez y en la ejecutiva provincial ya no contaban con ella. En su carta, comunicando la baja del partido, era por discrepar de la política de este en relación con los independentistas catalanes.
Las críticas hacia la que ostentara un alto cargo en el partido han sido durísimas, sobre todo por Oscar Puente (que la sustituyó en el Consistorio vallisoletano tras el fracaso electoral ante León de la Riva). Puente ha sido injusto con quien fuera su corrilegionaria durante tantos años al criticarle que "Soraya se va porque se le acaba la posibilidad de seguir viviendo de la política dentro del PSOE y lo que quiere es seguir viviendo de la política en otro sitio".
Pero ya se sabe que en política y ante el enemigo leña. Y Rodríguez ahora es enemiga a tener en cuenta ya que medita cambiar de siglas. Ya lo dijo Galeano: “El poder, es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha.”