jmm-caminero

jmm-caminero

Opinión

"El Diario de Etty Hillesum, II"

11 agosto, 2019 12:54

Nació en 1914, en Middelburg, Países Bajos y falleció en 1943 en Auschwitz. Etty Hillesum escribió un diario entre 1941 y 1943.

La historia o la Historia se olvida, gran parte de lo que sucede, debemos aceptarlo, se pierde en la noche de los tiempos, gran parte de lo que sucede, no sabemos explicarlo o encontrar explicaciones. Al final, aquí, aquí en esta persona y en estos diarios, nos encontramos con estas dos realidades: cuánto se habrá perdido, cuántos testimonios, ideas, conceptos, experiencias, angustias de estos hechos, y después de décadas de haber acontecido, no encontramos suficientes explicaciones. No acabamos de entender, cómo se pudo producir este gran drama, salvaje drama. No soy judío, ni mis antecesores, pero pienso que esta realidad, la denominada Holocausto o Shoah supera nuestra inteligencia y conocimientos.

Y puede ser un ejemplo, para analizar otros genocidios, para intentar que esta realidad jamás vuelva a suceder. Para eso, como el médico debe estudiar las enfermedades, los filósofos y pensadores y escritores y todos los demás especialistas deben estudiar, estas epidemias o enfermedades psicosociales históricas e ideológicas.

Etty pensó que era su obligación narrar estos hechos. Para que quedase su testimonio, para que no se perdiese todo. Quizás, en el fondo, era una persona que sentía una llamada profunda a la literatura y la escritura. Su Diario o Diarios y sus Cartas, cosa difícil de entender, hasta dónde conozco fueron publicados en la década de 1980, es decir, demasiado tarde a los acontecimientos. Lo cual nos lleva a pensar, no solo en los avatares de la historia, a la multitud de factores, negativos y positivos que pueden incidir sobre la escritura, sino también, quizás inconscientemente a ese deseo, de juzgar demasiado sobre la verdad-bondad de los escritos de otras personas, y también, a ese deseo profundo, de intentar olvidar o superar los acontecimientos del pasado. Al final, estos Diarios son como un enorme espejo, que sitúa a todas las personas frente a la realidad, cada uno, dónde estaba en estos acontecimientos, dónde estaba su sociedad y su tiempo y su parientes y…

Etty era consciente de que no conocía su interioridad, por eso se sometió, digamos a una especie de psicoterapia, de un discípulo de Jung, Spier, también judío exiliado en Ámsterdam. Se podría admitir que este psicoanalista, de alguna manera, levantó las tapas, o algunas de ellas, de la realidad existencial y vivencial de Etty. Diríamos con otras palabras que ella empezó a bucear dentro de si misma. Al fin, uno de los deseos más profundos del ser humano es encontrar su identidad propia, encontrar su paz interior profunda. Quizás, casi todo lo que hacemos es buscando esto, aunque le pongamos muchos nombres.

Aconseja y parece ser que realiza, que cada mañana, media hora, se deja entrar en si misma en silencio, se deja esperar que su interior le hable. Ciertamente, hasta dónde conocemos, sin juzgar a la persona, ni sus circunstancias, quizás tenía un cierto desarreglo afectivo externo, que sería quizás, un reflejo del interior. Al no ser practicante, al menos, en su primera etapa de ninguna religión positiva. Este ejercicio del que hablamos, entraría, dentro de esa psicoterapia, de esa diríamos búsqueda filosófica y espiritual y psicológica de si misma, de esa interioridad de si misma, de esa identidad de si misma.

Quizás, con todos los matices que se quiera, la verdadera patria del ser humano es su infancia, en el caso de nuestra autora, es esa desavenencia, entre su padre y su madre, al tener caracteres o personalidades, tan antagónicos o distantes, quizás, debido a que su madre, también fue una exiliada rusa, del llamado enésimo progrom. En definitiva, ese drama familiar, larvado o latente o presente, en mayor o menor grado, fue lo que le llevo a nuestra autora, a salir pronto de su casa, a estudiar también fuera, a tener diversos enamoramientos, a estar eternamente buscándose a si misma. Quizás, sin tanta radicalidad y drama, es la historia de todo ser humano, de ese conocerse a si mismo, que ya formulase el viejo Sócrates.

Esta autora, es un reflejo del concepto de que la literatura, los grandes autores, no solo sirven para conocer realidades exteriores, sino internas. Pero no solo ello, sino encontrarse a si mismo. Hasta dónde conocemos, parece ser que Spier, le aconseja que lea determinados libros de literatura, y de alguna manera, se vaya abriendo al misterio de Lo Otro o del Ser Supremo o del Buen Dios. Esa diversidad de metodologías, le permitieron irse destapando y conociéndose, en definitiva, ese es el deseo de todo ser humano, es decir que su ser sea su estar, y que su estar sea su ser. Si es que es alcanzable totalmente.

Uno de sus sueños es llegar un día a tener un matrimonio exitoso, un amor exitoso. Una relación humana con otro ser humano, en su caso, con un hombre que fuese fructífero, en muchos sentidos. Lamentablemente la historia no se lo permitió, y como hemos señalado, por ser judía, sus días terminaron en el negro aire de un crematorio. Bueno sería, que usted estimado lector o lectora, con sosiego y prudencia, empezase a entrar en la conciencia-consciencia de esta autora, porque es de algún modo también poder entrar en su existencia. Ciertamente, esperamos que sus circunstancias no sean tan dramáticas.