Estamos padeciendo la manipulación descarnada del sufrimiento humano del que sacan rédito político, económico y sirve de instrumento de enfrentamiento con los inmigrantes, pero pocos plantean soluciones de futuro, ni de aplicación en los lugares de procedencia. Nadie se plantea exigir al islam la pacificación de sus postulados y la democratización de sus países, en los que la mujer debe de adquirir la posición de ser humano, la libertad debe de sacarse del armario.
¿Si no tienes para dar trabajo a los tuyos, cómo pretendes dárselo a otros?
Arde el Amazonas y se observa un sospechoso apagón informativo y, finalmente, se criminaliza a Bolsonaro (arden más países) por anteponer los intereses de los agricultores de la zona a los del resto de países, pero no he escuchado a nadie que plantee soluciones para los brasileños que les impidan tener que atacar el llamado “pulmón del mundo” por tener alternativas mucho más aceptables.
¿Si no tienen para comer los tuyos, vas a dejarles que no quemen los rastrojos para que se beneficien los que están cebados?
Hablamos de violencia de género y criminalizamos al varón por el sólo hecho de serlo, pero llevamos gastados miles de millones de euros y no descienden el número de asesinadas ni en una sólo; no escucho a nadie que se plantee acabar con las asociaciones que se quedan el dinero y no resuelven el problema de las víctimas, aparecen como más importantes las líneas de acción política o el lucro asociativo que las mujeres asesinadas.
Si agreden a una mujer que acude a asociaciones, bien engrasadas, pero no le dan solución, no tienen personal cualificado, le cuesta dinero a la víctima, son mal asesoradas y sólo buscan un dato que les sirva para obtener más dinero. ¿se lo seguirías dando o buscarías alternativas?
Clamamos por no reducir las pensiones, por los recortes en sanidad, educación o seguridad, pero nos olvidamos de que nuestros políticos no reducen sus prebendas, sus sueldos, su número, sus puestos. Y, así, gastamos más en gestores que en los gestionados, volvemos a gastar en aquello que no da solución a nuestro problema. Lo más que han llegado a decir es que no deberían de cobrar por no trabajar, pero dime uno que efectivamente renunciase a ese sueldo, dime qué partido renuncia a sus subvenciones o las cede a los pensionistas.
Cuando estamos gastando en nuestras casas un dineral para solventar un problema y no se resuelve, lo que hacemos es dejar de gastarlo, adoptar otras medidas y buscar otras soluciones, pero paramos la sangría. Pues bien, en la política actual, cuando algo no funciona, en lugar de cambiarlo, eliminarlo o estudiar los motivos, le damos más dinero y nos quedamos tan contentos.
La política es el arte de repartir el dinero que se recauda de la manera más eficaz y resolver el máximo de problemas de los ciudadanos, pero nos hemos empeñado en que unos desgarramantas (de todos los colores) se forren sin haber dado un palo al agua en su vida, nos generen problemas que o no teníamos o se pueden resolver de forma más económica y se dediquen a la más negligente y desleal forma de administrar los fondos de todos sin que les pase nada.
Esto no se arreglará mañana, ni pasado, pero los “perritos sin alma” tenemos que empezar a exigir un cambio radical en este modo de actuar buscando la honradez, el servicio, la lealtad y la trasparencia de TODOS nuestros políticos, reclamándolo con insistencia, pues “La gota de agua perfora la roca no por fuerza, sino por constancia” y denunciemos al mentiroso, al incoherente, al “chupóptero” y engrandezcamos la política, nuestro País y el futuro de nuestros hijos.