Desde hace tiempo, en nuestra política patria, existe la dinámica de los cordones sanitarios y el pastiche del “no es no”, en un depravado uso de las posiciones, con la única intención y voluntad de generar tensión, en la que algunos, además, se autoerigen en únicos emisores de la garantía democrática y defensores de los derechos sociales, mientras que otros se apropian de uno u otro símbolo.
Todos se dedican a la foto, la imagen, la presencia mediática y la sensación sensacional de decir la más importante gansada o de hacerlo con el altavoz más grande y gordo, como si lo importante fuese el tamaño.
Lógicamente,los que se posicionan en un lado de la bancada, serán más propensos a obtener acuerdos que aquellos que están en el otro extremo; pero, la posición que ocupes no puede servir para insultar y menospreciar al adverso, por más que evidentemente no te guste, salvo que el adverso rebase las líneas de juego.
No se puede, sin mentir, dejar fuera de juego a VOX por la defensa de sus posiciones, como no puedes dejar fuera de juego a PODEMOS, hasta que estos repudian la constitución y/o se posicionan junto con los golpistas.
A partir de ahí, que Rivera es centro-izquierda, por más que se intente obviar, es un hecho y que el PP es un partido de centro-derecha, no puede ser discutido. De este modo, la lógica hace suponer que entre la izquierda y el centro-izquierda es más posible el acuerdo que entre el centro-izquierda y el centro-derecha, como ha sucedido.
Elproblema es que Cs intentó hacerse pasar por centro-izquierda, en su nacimiento, y por centro-derecha de cara a la últimas elecciones y pactos, lo que supuso que fueran tildados de traidores por sus militantes y por la izquierda que salivaba ya con las mieles del poder que le fueron negadas por esos pactos.
Ahora,Rivera vuelve a sus principios y tiende la mano al PSOE, que no se la coge aún, pero que la mira con miedo y ansia por estrecharla.
Estenuevo golpe de péndulo de Rivera, que se desangra por diestra y siniestra, supondrá, quizás, su fin. La Izquierda ni le quiere, ni se fía, ni pactará con él si no es por necesidad; pero, es que, ahora, el elector de centro-derecha se irá a su nicho habitual, de forma que se propulse el voto al PP.
Enesta recolocación, el PSOE jugará al centro y se apartará de PODEMOS, que quizás no se hunda, pero dividido quedará en el remanso de paz de sus líderes y poco más. Vamos, que los Sires de Galapagar seguirán pagando la hipoteca de su mansión.
Laparcela de la derecha se fortalecerá con un PP en remontada, que deglutirá a Cs y parte de VOX, con los que habrá de negociar y pactar a la espera de mejores tiempos que les permitan terminar con ellos. Vox, como PODEMOS, mantendrá, al menos, las posiciones de sus líderes que, pese a estar degollándose internamente, guardarán la faltriquera a buen recaudo, pues igual que plagiaron el proyecto, traicionaron a quienes lo crearon, les importa un comino que el partido se desangre, mientras ellos se distraen con 3 o 4 sueldos de la “teta” de la que mamar.
Entre tanto, los “perritos sin alma”, que desean defender las ideas del centro-derecha real, seguirán esperando que, despacio, con seriedad, rigor y trabajo, resurja la formación que con coherencia, sin mentiras, les pueda mirar a los ojos y liderar para, sin bravatas, tensiones, falsas pasiones, defender los principios de unidad, libertad, vida, austeridad política, división real de poderes, fortalecimiento de la educación, la sanidad y los servicios sociales desde la igualdad social, sin enfrentamientos, sin divisiones, sin subvenciones ni prebendas políticas y sin más limitación que el marco de juego que nos dimos los españoles democráticamente, le pese a quien le pese.