Tomas-Hidalgo

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Opinión

Un paso adelante

20 noviembre, 2019 00:59

Por evidente (la actual situación de la política nacional) es necesaria la presencia en el panorama político español de un partido de centro y liberal, liberal y de centro.

De centro por que debe ser el sitio donde confluyan los votos de ciudadanos disconformes con la forma de hacer política a derecha e izquierda, y que utilizan ambas esferas políticas para no más que depositar un voto de castigo a una mala praxis del mandato dado.

Y liberal por que debe ser -Ciudadanos- un partido que respete las ideas y propuestas políticas que, seguro las hay en uno u otro lado, siempre que sean coherentes con el espíritu constitucional. Debe ser el centro, ese puerto seguro, donde todos encuentran paz y tranquilidad ante los convulsos momentos que están pasando en España.

Ayer.... o antes de ayer una buena noticia, la paisana Inés Arrimadas ha dado el paso, (difícil paso tal y como ha quedado Ciudadanos después del 10N) de ponerse al frente del partido, por ahora en la portavocía de Ciudadanos en el inicio de la histórica legislatura que ahora comienza con el debate de investidura del dueto Pedro Sánchez-Pablo Iglesias solos o en compañía de otros.

Hoy, otra mala y es que la política española nos da -como es tradición- una de cal y otra de arena y así nos hemos mantenido, hemos resistido a todo lo que se nos ha echado encima, la de cal, Inés Arrimadas, la de arena 700 millones de corrupción en Andalucía que debe tener capítulo aparte y lo tendrá.

Pero ya vaticino muchos Pedros mudos antes de que suene el cantar del gallo.

Volviendo al tema que nos atañe: Duro camino tiene por delante Inés que debe superar la desconfianza implantada en una parte de los votantes abstencionistas del partido en el 10N -algunos dicen que supone el 31 % de sus votantes-, yo diría algunos más.

A esos ciudadanos solo se les convence con el retorno a políticas respetuosas con el orden constitucional como, por ejemplo, y por mucho que haya que torcer el gesto, la revisión de algunos aspectos de la Ley de Violencia de Género, sobre todo en aquello que afecta a la igualdad ante la Ley y a la presunción de inocencia. Antes de que Europa, una vez más como ha pasado con la Ley Hipotecaria, nos saque los colores a todos por haber mantenido una injusta Ley, en este caso, por que convenía al miedo a decir hasta aquí hemos llegado.

Les debo recordar que Ciudadanos llevaba esta propuesta en las elecciones del 2015. Un partido que se precie de liberal no puede dejar de defender conceptos jurídicos que son la columna vertebral de una democracia, los principios de igualdad y presunción deben ser defendidos por encima de todo incluso de unos buenos resultados electorales.

El discurso principal otro cambio a ejecutar, discurso manoseado, no deja de ser actual por no haberse podido aplicar, pero no basta, es urgente un cambio en el programa, hacerlo atractivo, sensible a los deseos y necesidades de amplios sectores de población que por castigo se han llevado el voto a otros partidos, o como he dicho, una parte importante a la abstención.

Por ejemplo, es atractivo que ciudadanos afronte un cambio en la Ley Hipotecaria en lo que afecta a la inclusión en ésta, del art 1911 del Codigo Civil, y dejar por fin, la dación en pago instaurada, solventado con ello uno de los problemas más controvertidos por haber creado tanta inseguridad jurídica y que más ha propiciado la escalada de precios de las viviendas de los últimos 15 años.

Y es que ésta -la especulación- ha sido uno de los principales problemas en la accesibilidad a la vivienda, por sus altos precios y como consecuencia en una crisis las ejecuciones hipotecarias. Es obligación de un partido político en cumplimiento del artículo 47 de la Constitución promover políticas dirigidas a evitar la especulación, uno de los mayores hándicaps para el acceso a la vivienda.

Es, en fin, agarrar a este país y dotarlo de una estructura legal, política, económica y social que supere el periodo de la transición con la que algunos están jugando como si de una pelota se tratase. Es fijar definitivamente la Monarquía Parlamentaria, la Democracia, la Ley y la unidad del Estado, las cuatro indisolubles ante una izquierda repetidora de exámenes pasados que ya fueron aprobados con la ley de amnistía del 78.

Duro trabajo te espera Inés, pero tienes una ventaja, elegir libremente a aquellos que te acompañarán estos años, será importante, pero mucho más será mantenerte firme en las convicciones, la coherencia por bandera, sostener y defender el programa a los vaivenes demoscópicos y dedicarte con fuerza a llevar a Ciudadanos al necesario centro de la política.

Como le gusta decir a mi amigo Manuel Morán y candidato al Senado: “el punto medio de las cosas”

Suerte Inés.