Vaya por delante que no pertenezco al accionariado de la mercantil que gestiona mi amigo Carlos Velasco, ni me guía interés alguno en esta opinión porque entonces sería adulación o peloteo. Algo que odio. Decía Don Quijote sobre ello:”…aunque la adulación es de ruin casta”.
No, sólo me mueve su amistad y el agradecimiento por haberme acogido durante algunos años en su empresa, y por la libertad con la que me permite escribir durante este tiempo que llevo colaborando con el Grupo CL Comunicación.
Conozco a Carlos Velasco desde principio de los años 90, cuando ejercía de responsable de comunicación con el que fuera presidente de las Cortes de CyL; su paisano el salmantino Manolo Estella. No perdí el rastro de su trayectoria y mantuvimos algún contacto profesional en su etapa al frente de la dirección de Tribuna de Salamanca.
Posteriormente me uní al grupo que lideraba Velasco durante unos años (2007) dirigiendo la revista Valladolid XXI y colaborando con el resto de las empresas del Grupo CL Comunicación (Enjoy, seguimiento de medios, NCYL, etc.) hasta ahora.
Esta misma semana nos invitaba Carlos a la tradicional comida de Navidad de la empresa. La redacción al completo, y uno sonrojado por la insultante juventud que compone la plantilla. Casi veinte personas a mesa y mantel. Y faltó el departamento comercial, que se tomó asueto tras dejar los banner y otros asuntos publicitarios resueltos; sustento principal del Grupo.
Hombre culto (Periodismo y Filosofía y Letras), su semblante serio impone al principio, pero cuando te adentras con él en conversaciones abiertas descubres a un personaje interesante que ha sabido mantener el tipo en situaciones adversas, incluso sonríe, además de mordaz e irónico.
Hizo caso omiso a tentaciones políticas y prefirió emprender el complicado camino de la empresa editorial a través de los medios de comunicación. Hoy sonríe más que cuando le afectó la crisis en tiempos no muy lejanos. Pero quiso y supo salir airoso. Eso se llama espíritu de superación.
El hijo del Sr. Velasco, picador de toros de Santi Spíritu que figuró en las cuadrillas de los toreros salmantinos más significativos, hoy goza de una bien ganada seriedad empresarial en el negocio de la comunicación, y ha sabido llevar a su grupo a un lugar privilegiado: NCYL sobrepasó el millón de visitas en el mes de agosto. Palabras mayores.
Rodeado de su gente de máxima confianza, con la zamorana Silvia García en tareas de dirección de NCYL y siempre cubriéndole las espaldas, Velasco está viviendo una etapa más que interesante en algo que siempre creyó. Ahora, el árbol que plantó está dando sus frutos. Flexibilidad y perseverancia fueron sus armas.
Su paisano y amigo Luis Falcón, un veterano todo terreno de la información, incorporado al Grupo hace unos años, le está sirviendo de una ayuda importante y descubriendo nuevos nichos de negocio como la vecina Portugal donde NCYL tiene gran implantación.
En fin, que Carlos Velasco ha sabido rodearse de un grupo joven, a los que ha inculcado nuevas ideas, ímpetu, constancia, esfuerzo en el trabajo y enormes deseos de triunfar. Como dijo Velasco en los cafés: “El trabajo en equipo que estáis haciendo es lo que nos ha llevado a situar al medio a estas cotas”.
Enhorabuena, Carlos, mi amigo el perseverante.