Sánchez Ferlosio: la necesidad de una fundación
En el artículo titulado: Los papeles de la Felicidad, publicado el 09 de noviembre del 2019 en el Pais.com, el articulista indica, que el filósofo Tomás Pollán, expresa que posiblemente Sánchez Ferlosio tendría escritas doscientas mil páginas.
Sánchez Ferlosio, Roma, 1927, Madrid, 2019. He indicado en algún otro artículo, cuándo estaba proyectando sombra sobre las aceras, que merecía se le propusiera y propusiese para el Premio Nobel. También he indicado que este escritor o autor, hubiese sido alemán o inglés o francés, y hubiese escrito en esas respectivas lenguas, sería tenido como un icono nacional y europeo. Sin entrar en sus realidades personales, que como toda persona, puede tener sus luces y sus sombras.
Ciertamente, ya no le pueden otorgar ese Premio, pero al menos, planteo la necesidad, ahora antes que tarde y mañana, se estudie y analice la posibilidad de realizar una Fundación Sánchez Ferlosio, que contribuya a que sus escritos, su figura no se pierdan, y se valoren sus escritos.
En tantas miles de páginas inéditas, de temas lingüísticos y literarios, supongo que existirán, párrafos y escritos, de multitud de temáticas, géneros, perspectivas, y calidades. Pero, sea como sea, no merece que una figura así, se pierdan sus escritos o duerman el sueño de los justos, es decir, apenas tengan proyección.
Su figura y su persona y su personaje y algunos de sus libros, quedarán, como hitos en la literatura de la segunda mitad del siglo veinte de nuestra sociedad y país. Y suponemos, que si se cuida mínimamente su legado y se difunde de forma eficiente, se irá amplificando su impronta en el continente europeo. Bueno, sería darnos cuenta, que quizás nosotros los del sueño y suelo hispánico, no somos capaces de cuidar lo nuestro de forma conveniente y, cuidarnos a nosotros mismos de forma racional y de forma justa y equitativa.
Es una enorme perdida, que este escritor, y otros de su generación, que de alguna manera pasaron la última guerra o eran adolescentes en ella, vayan yendo hacia dónde todos los mortales se encaminan. Y digo, que es una desgracia enorme, no solo por ser personas que fallecen, no solo por ser escritores o pensadores, no solo por su pérdida de experiencias y vivencias y recuerdos, sino además, entre otras razones, en tiempos convulsos del lagar y terreno patrio, en tiempos de vulnerabilidad y confusión y debilidad por los que la sociedad y el Estado y las entidades diversas sociopolíticas, están y estamos pasando, quizás sus ideas y sus consejos y sus matices, serían buenos y convenientes, para nosotros, para las generaciones siguientes a las de este autor, y también las enseñanzas de otros coetáneos a él.
Un escritor, como Sánchez Ferlosio, es un vendaval-huracán-tormenta-torbellino en sí. Es decir, como esencialmente, es una persona, que es libre al observar, es libre también al pensar y analizar y relacionar. Por lo cual, ha alcanzado un nivel de conocimiento y de libertad mayor en su pensar. No digo por ello, que este diamante o cristal, sea totalmente claro y translucido, porque también, como cualquier persona tendrá sus sombras y sus motas de polvo y carbón. Pero no cabe duda, que para lo general de nuestra sociedad, en cierto modo, ha estado siempre con y en una voluntad de ocultamiento, de no ser una gran figura, de rectificar, de analizar constantemente, etc. Virtudes que los intelectuales y escritores que en estos terruños patrios se suelen ver muy pocas veces, porque hoy la cultura ha entrado en el terreno del marketing, como cualquier otro producto.
No podemos, no olvidar y citar, sus reflexiones sobre el conflicto y la guerra. Tema, que tanto en arte como en literatura, e incluso en el ensayo, es muy poco tratado. Que sus reflexiones sean conveniente o no, ciertas o no, verdaderas o erróneas, no es finalidad de este párrafo, pero si indicar que hay muy pocos escritores y pensadores y artistas que traten y analicen el tema de la polemología y el agón. Y por tanto, estimo que es conveniente recordar esta realidad y no olvidar, que existe por desgracia esta actividad humana.
Para terminar algunos dirán que una Fundación tiene mucho coste económico y recursos humanos. Les sugiero entonces, si no es posible, de momento una Fundación con un espacio material y físico, al menos, se empiece por una Fundación Virtual de dicho autor, para ir recogiendo materiales de todo tipo, estudios, enlaces, bibliografías, documentos, fotografías, publicaciones, etc. Y que esto podría realizarla cualquier entidad, sea universidad, sea ayuntamiento de Madrid, sea un conjunto de personas y entidades privadas y públicas.
Si esto segundo, aún les parece muy difícil costoso, quizás las diversas entidades de Madrid, podrían conformar y estudiar una Fundación Literaria de Madrid, es decir, para recoger legados de autores y obras que nacieron o surgieron o vivieron o habitaron en Madrid, en la segunda mitad del siglo veinte, o durante el siglo veinte, o…
Y, en ella, se insertaría la figura de Sánchez Ferlosio, más una docenas de nombres y unas cientos de obras, y quizás, también, una pestaña especial, para autores diríamos de menos renombre…
La cultura hoy, es industria cultural, no solo tiene una connotación de saber y conocer y conocimiento, ni solo de cultura, sino también tiene una proyección social, política, ideológica, económica. Y por tanto, es una fuente de identidad, pero también de trabajo, y por tanto de empleo. Concepto, tan simple y tan evidente, y tan difícil es hacerles convencer a las personas de ello…