Opinión

No hay más alianzas que las que trazan los intereses

24 enero, 2020 19:48

En griego historia significaba investigación. Investigar lo que ocurre y orientar a las personas sobre lo que se puede esperar del futuro, porque, como expresaba Cicerón, la historia es “magistra vitae”, es decir, maestra de la vida que enseña y guía, y no saber lo que ha sucedido antes de nuestro nacimiento es como seguir siendo niños.

Dice un aforismo de Baltasar Gracián que el mayor defecto de un hombre es mostrar sus propias flaquezas. La frivolidad, con que algunos "protagonistas" de la vida económica, política y social lanzan ideas y opiniones sobre los temas de actualidad, dice muy poco en favor de su propia reputación. La gente de la calle empieza a estar harta de tanta ineficacia e ignorancia asalariada políticamente del Estado, partidos políticos e instituciones...

En tiempos que Julio César fue Pretor, un joven corrompido, Publio Clodio, se introdujo disfrazado de mujer en casa de éste con el propósito de acercarse a Pompeya, esposa de César. Descubierto Clodio, acto siguiente César repudió a su mujer. Cuando le preguntaron el por qué de tal decisión, ya que la infidelidad no se pudo probar, contestó: “La mujer de César no sólo ha de ser buena, sino que también ha de parecerlo”. Simular que se vive en la honestidad mientras se prescinde de ella es deslealtad o hipocresía. Tampoco es digna de elogio la actitud del que siendo honesto se presenta como si no lo fuera, ya que aparte de dar mal ejemplo cae en la falsedad. Pero aun es peor el deshonesto que alardea de serlo, pues al final la verdad sale a relucir. No tardando mucho asistiremos a más números del circo de la política de nuestro país.

Hoy, llama la atención las palabras de estos personajillos, mal afeitados, mal vestidos, que se las dan de presentadores o de gurús de la actualidad, del bien y del mal, y que viven de su momento de actualidad en los medios de comunicación. Creando así muchas veces la imagen continúa que lo que ahora se lleva es una falsa o ingenua sinceridad y naturalidad en sus conductas. En realidad lo que hacen es denostar u olvidar por falta de educación o por propia conveniencia los valores más nobles y, si alguna vez éstos son mencionados, es frecuente que sea para ridiculizarlos o despreciarlos. Ser honesto y parecerlo, como bien dijo César, son dos cosas necesarias a la vez. Es un principio que no puede cambiar, porque es inherente a la dignidad de la persona. Lo triste de nuestros días es que al conocimiento verdadero se le tenga que denominar desengaño. Es más fácil engañar a la gente que convencerla que ha sido engañada...

Poner en el olvido, modificar y reescribir el pasado son las armas preferidas por diferentes grupos de poder desde tiempos inmemoriales para reconducir la sociedad y facilitar el control y manipulación de la población. Como decía Cánovas del Castillo: “No hay más alianzas que las que trazan los intereses, ni las habrá jamás”.