Los cuatro jinetes del Apocalipsis
No es cuestión solo de sensibilidad o de filantropía o de humanismo, es cuestión de ser o no ser, de estar o no estar. Si no hacemos desaparecer la guerra, el hambre, las epidemias, las enfermedades, o al menos hacerlas disminuir, puede que las contradicciones del mundo, nos dirijan a nuestra propia extinción como especie… Porque el poder que tenemos es inmenso, pero las ideas de fondo o principios, no todas, pero si algunas, deben ser cambiadas, y algunas formas de actuar también. Ciertamente, unas sociedades-culturas tienen unos errores, otras, otras tienen otros. Unas, unos aciertos, otras otros.
– Los famosos cuatro jinetes del Apocalipsis son la muerte, las epidemias, el hambre, la guerra.
A veces, pienso que durante toda la historia humana, de forma consciente o semiconsciente, lo que se ha estado siempre intentando es reducir todos estos factores, que la muerte se reduzca o se alargue la existencia o se tenga una vida más sana y saludable, que las guerras se reduzcan, que el hambre desaparezca y las epidemias también.
No podemos negar que en casi todas estas áreas han disminuido todo esas realidades, y dentro de cada una, multitud de ellas. Por ejemplo, dentro de las epidemias se han reducido o casi desaparecido o extinguido, epidemias del pasado que durante siglos han sido elementos esenciales en la historia humana. El aumento demográfico en estos dos últimos siglos es la prueba fehaciente de ello.
– Pero igual que en todos los ambientes, se siente la necesidad del progreso y mayor conocimiento en todos los aspectos de la salud, y también de reducción de las epidemias. No somos conscientes si la voluntad general de la humanidad, es consciente, que debemos reducir el flagelo de la guerra y del hambre, y por tanto, aumentar el tiempo de existencia o de vida, y también reducir el sufrimiento y la angustia y las penas en este mundo. Y que todo ser humano, sea como sea ese individuo de color o de cultura o de sociedad, pueda alcanzar el mayor grado de desarrollo personal y de felicidad.
¿Qué nuevos conceptos o ideas o conocimientos ciertos y verdaderos, hay que crear o inventar o descubrir para que desaparezca o disminuya el flagelo o la epidemia del hambre, la guerra…? ¿Qué nuevas formas o maneras, o qué sistemas deben existir para que la vida se alargue, el hambre no exista en el mundo, las epidemias tampoco, sean biológicas o psicológicas, las guerras desaparezcan de la realidad humana?
– Bajo mi modesto entender y comprender estos cuatro grandes temas o cuestiones, deben ser abordados desde todos los puntos de vista, desde todas las disciplinas del saber, de forma individual y después formulando interacciones entre ellas. De forma macro y de forma micro. Es decir, grandes cuestiones dentro de esas cuestiones, y pequeñas cuestiones dentro de esas cuestiones.
Existen programas de investigación a y en todos los sentidos y en todas las ramas, a nivel, diríamos prácticamente internacionales y nacionales. Estimo que estas cuestiones deben ser abordadas desde todos los ámbitos. Crear programas de investigación a y en todas las sociedades para abordar estas cuestiones y estos temas.
Pequeños cambios conceptuales o pequeños cambios en la práctica pueden ocasionar cambios teóricos de mayor calado, incluso cambios prácticos de mayor calado. Al final, una ballena es enorme y se alimenta de pequeños microorganismos. Al final, las grandes empresas multinacionales, obtienen sus beneficios de pequeñas ganancias y plusvalías y beneficios.
– Igual que hemos superado grandes enfermedades biológicas, y también grandes males sociales, podemos hacer disminuir o ralentizar o paralizar los grandes males que surgen de las epidemias, de las guerras, del hambre, de la muerte. Ésta última alargar la vida al ser humano de forma digna y honesta y correcta y adecuada…
Han existido epidemias biológicas que han estado dentro de la sociedad humana, varios miles de años. Algunas indican desde los primeros pasos de la neolitización, otras quizás anteriores, y durante siglos y milenios han sido el flagelo de la humanidad…
Desde hace cinco siglos, especialmente desde las revoluciones científicas, y todas las demás revoluciones paralelas, diríamos revoluciones económicas, revoluciones parlamentarias democráticas, revoluciones religiosas y conexas se ha formado una gran sinfonía, sin negar sus puntos negros y tristes y sombríos de todos estos procesos, que han creado «un conjunto o una sinfonía de cambios a y en todos los sentidos», que nos ha llevado a cambios en casi todas las materias, a nivel de la actividad humana y a nivel de la teorización. No podemos expresar, que todos hayan sido eficientes, buenos en sí, buenos a nivel moral, y no podemos negar que existen enormes retos, y que incluso esos cambios nos han llevado a situaciones de graves consecuencias, o estar en dilemas muy graves, por ejemplo, hoy, la humanidad puede extinguirse a si misma. Pero se han resuelto enormes epidemias en el mundo, a nivel teórico y a nivel práctico, en gran medida.
Con esta mentalidad podemos abordar, con esa esperanza, que varias generaciones de autores y especialistas en diversos saberes, ciencias, filosofía, teología, artes, cultura en general, e incluso personas no especializadas, pueden abordar, se puede abordar la solución de cualquier problema de los que estamos abordando, es decir, ralentizar y disminuir o reducir los efectos de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Al final, el sistema solar es enormemente grande, para que puede existir en él, cientos de miles de millones de seres humanos en el futuro a medio plazo… Paz y bien.