Enrique Arias Vega

Enrique Arias Vega

Opinión

Amigos de Facebook

30 marzo, 2020 11:33

No sé si también les sucede a ustedes, pero últimamente me llegan decenas de peticiones diarias de ser amigo de alguien por medio de Facebook.

Al principio creí que eso se debería al confinamiento causado por el coronavirus, ya que, entre el aburrimiento del personal y el recurso a la nostalgia como paliativo físico y hasta ético, el exceso de demandas estaría justificado.

Pero no. Las peticiones me llegan desde sitios tan remotos como las islas Molucas o la Patagonia, donde no he estado en mi vida y donde no conozco a nadie. Porque ésa es otra: no sé ni quiénes son ni por qué lo son los aspirantes a mi lejana y vacua amistad.

Mi problema se ha agudizado, qué quieren que les diga, a causa de la buena educación que me enseñaron desde pequeñito: la mayoría de esos ignotos amigos —y amigas, por aquello del lenguaje inclusivo— dicen seguirme en las redes sociales y, claro está, no voy a darles con la puerta cibernética en las narices. Así que los acepto a todos, sabiendo que nunca podré atenderlos.

Esta novedad en mi relación informática es muy rara. Hasta ahora, los peticionarios eran desde primos lejanos hasta olvidados ex compañeros de colegio a los que les entra la añoranza de un pasado perdido. Hasta ahí, lógico. Como racional es también que la misma gente pida tu amistad hasta tres o cuatro veces en el tiempo porque —gajes de la edad— ha olvidado que ya lo había hecho con anterioridad.

Pero lo de ahora es muy raro. Sobre todo, porque soy un tipo misántropo que además resulta totalmente ignaro en redes sociales: no manejo Insta Gram o YouTube y fracaso siempre en mi intento de comunicarme mediante Twitter o Linkedin. Así que sospecho que se trata de alguna conspiración, de que alguien está utilizando algún algoritmo, como ahora se dice, para obligar a este apabullamiento de peticiones que hasta puede que ignoren los propios solicitantes.

Por eso apelo a los posibles lectores de este texto, por si alguno de ellos pudiese introducirme en los arcanos de Face Book y explicarme qué demonios está pasando y dónde está la clave del asunto.